5 ideas celestinas para juntar a los solteros de tu casamiento
¿Qué puede ser más romántico que conocerse en un casamiento? ¿Y si ese casamiento es el tuyo? ¡Si te gustó la idea nos ponemos a trabajar!
Hay casamientos en las que hay solteros y solteras que no se conocen y algo te dice que es un buen momento para que lo hagan. Eso que llamamos "instinto" nos dice que puede que funcione. Y como el amor está flotando a tu alrededor, estás decidida a que llegue a ¡todo el mundo!
Veamos entonces: ¿qué podemos hacer para que estas personas tengan la oportunidad de vivir lo mismo que hoy estás viviendo vos?
Todos mezclados
No pongas a todas tus amigas en una mesa y a todos los amigos de tu futuro esposo en otra. Todos mezclados según Cupido te lo dicte al corazón.
Disimulando entre los casados
Es incómodo obligar a dos personas a que se conozcan. A nadie le gusta. El simple hecho de que estén entre amigos en común en la mesa, hará que estos chicos se sientan más distendidos y ayudará a la comunicación. Pero si los rodeas de parejas casadas, quizá los obligás un poquito más a que charlen entre ellos.
Boda 2.0
Con la excusa de la página web de tu boda, podés hacer un listado de invitados. Sería muy divertido que estuviera su foto junto con su nombre y algunas características divertidas, y entre ellas si es casado o soltero. ¡Así no los dejamos tan en evidencia! Y también, se pueden ir conociendo y podemos llegar a escuchar algún comentario que nos indicará si vamos por buen camino con nuestro instinto.
Cotillón de dos en dos
Una idea muy divertida sería hacer un cotillón “El Arca de Noé” y que el par de cada animalito ¡tenga que bailar juntos! De más está decir que el chico y la chica que vos querés que se conozcan deberán pertenecer ¡a la misma especie!
Todos a jugar
Los animadores son perfectos para lograr que la gente se integre. Si estás muy segura que alguna parejita debe darse la oportunidad, decíselo al animador para que algún juego esté pensado para que ellos sean los protagonistas.
Ya hiciste tu parte del trabajo. Ahora dejá que Cupido ¡se encargue de terminarlo!