6 cosas que debes pensar antes de decirle a tu pareja
Con todo el lío de la organización, tantas cosas en las que pensar y los nervios, quizás podemos decir ciertas cosas que pueden herir a la pareja. Seguro lo hacemos sin darnos cuenta, pero lo mejor es evitarlas. Éstas son algunas de ellas.
Los preparativos del casamiento crean cierta tensión, discusiones y nervios que son muy difíciles de controlar. Puede sucederte que en un momento de locura o enojo digas algo que hiera a la persona que te está acompañando en esta aventura. La idea es evitar los malos entendidos, por eso decidimos contarte cuáles son los dichos más comunes:
1. ¿Y si nos casamos en secreto los dos solos?
Puede parecer romántico en otro momento, pero cuando están organizando una mega fiesta será una frase desafortunada. Seguro la otra persona va a pensar que querés huir del compromiso o que ya no tenés las mismas ganas o ilusión. Deben compartir hasta los momentos más difíciles juntos.
2. Me da igual mi amor, no me importa mucho eso
¡Mirá estas flores! ¿Te gusta este color? ¿Qué te parece si ponemos esta frase? ¡Qué románticos esos souvenirs!... es normal que cada uno diga su opinión y que consulte con el otro cada elección, las decisiones se toman de a dos. No será agradable recibir como respuesta “me da lo mismo” o “no me importa si es rosa o verde”, seguramente al otro le está costando decidirse o prefiere contar con tu apoyo.
3. Después lo vemos, no hay apuro
Las ansiedades y entusiasmo a veces pueden ir en distinta sintonía. Quizás demorar algunas elecciones o decir que lo pueden ver más adelante hagan que su pareja se ponga más nerviosa. Y más aún si falta poco tiempo para el gran día, cuidado con estas palabras.
4. Mi mamá dice…
Las madres y suegras siempre estarán presentes en la organización del casamiento, suelen ser de gran ayuda y un pilar de apoyo incondicional, pero a veces sus opiniones o intromisión pueden volverse negativa. El casamiento es de ustedes dos por lo que deben siempre seguir sus ideas, si quieren organizarlo solos deben ponerse de acuerdo.
5. De mis amigos no puede faltar ninguno, ¡no se te ocurra tacharlos de la lista!
El momento de armar la lista de invitados suele ser conflictivo. Muchas veces querer interponer a los amigos o familiares por sobre el otro, puede ser mal interpretado. Cuando lleguen a este punto lo mejor es ceñirse al presupuesto, dar lugar para que cada uno diga quién quiere que vaya y consensuar.
6. Después de que nos casemos no vas a engordar, ¿no?
Evitá hablar de peso, de hijos, de costumbres hogareñas o comentarios desubicados. En este momento tan importante es mejor demostrarle al otro compromiso, respeto y seguridad. ¡Pasarán el resto de sus vidas juntos!
