¿Buena relación entre consuegras?
Llevarte bien con tu pareja es muy importante. Pero, ¿alguna vez te pusiste a pensar que detrás de él o ella hay otra familia que influirá tanto como la tuya en sus vidas? ¿Cómo lograr que reine la paz entre todos? ¡Leé ésta nota!
Desde el momento en que nace un hijo, las madres sueñan con cómo será su vida: estudios, trabajo, pareja. Si, especialmente suelen preocuparse por cómo será la persona que comparta su vida con su hijo, si las querrá ¿o no? Y hasta esconden miedos infundados de si intentará separarlo de ellas… Lo que rara vez se detienen a reflexionar es que la pareja de su hijo existe gracias a otra familia que la crío, educó y esconde los mismos temores que ella.
Y ésta es la base desde la cuál se debe establecer un sano vínculo entre consuegras: desde el punto de conexión que las une y que no es otro más que el interés y la preocupación por que sus hijos sean felices, continúen queriéndolas y tratándolas como siempre.
Debemos asumir que para una madre es muy difícil afrontar el síndrome del nido vacío (aquel que resulta de la partida de sus hijos de la casa). Les llevará un tiempo re-adaptarse a sus nuevas vidas, libres de responsabilidades y preocupaciones diarias por los niños que ya han crecido y se han transformado (a su entender) en hombres y mujeres de bien de la noche a la mañana.
Si la relación entre padres e hijos se ha establecido siempre desde el respeto y la admiración, lo más probable es que los hijos busquen a hombres o mujeres que se asemejen a sus progenitores, lo cual sería la situación ideal, porque la nueva persona que llegue a sus vidas y su familia compartirían muchas similitudes con ellos y la adaptación entre ambos sería fácil y armoniosa.
Pero, si en cambio, siempre ha existido rivalidad e inconformismo en la relación padres e hijos, es posible que el día de mañana, la pareja que busque su hijo sea el polo opuesto a los modelos de hombre y mujer que siempre tuvo en casa. Este escenario sería el más difícil de asumir, porque habría que intentar armonizar la relación entre dos mundos totalmente distintos.
Independientemente del escenario desde el cual partamos, es indudable que una relación positiva entre consuegras, repercutirá en una mejor relación entre padres e hijos también.
Vínculo positivo entre consuegras
Los beneficios de un vínculo positivo entre las madres de los novios son:
- Pueden convertirse en un apoyo mutuo en la etapa de re-adaptación que experimentarán luego de que sus hijos se casen y formen su hogar. Podrán compartir sus inquietudes, temores y comenzar, porque no, una amistad sana y duradera.
- Al sentirse en igualdad de condiciones, puede disminuir o desaparecer ése sentimiento de rivalidad que suele aparecer al comienzo de la relación.
- Favorecerá a que las reuniones familiares sean más frecuentes, puesto que si el ambiente es distendido y ameno, los mismos hijos buscarán el momento de coordinar algún encuentro entre todos.
- Contribuirá a la felicidad de sus hijos, porque una familia armoniosa es también una familia feliz.
- Facilitará la relación con los nietos, ellos son muy sabios y detectan al vuelo si sus abuelas se llevan bien o si, por el contrario, viven enfrentándose y rivalizando por todo.
Mala relación entre consuegras
Por el contrario, si no se establece una buena relación entre los consuegros:
- Es muy posible que los encuentros familiares sean pocos y tensos.
- La relación entre yerno o nuera y suegros tampoco será muy buena, a causa del enfrentamiento existente entre ambas familias.
- Las discusiones con los hijos serán muy frecuentes, debido al malestar familiar imperante.
- Aumentará la rivalidad entre familias.
- En definitiva, ocasionará malestar general y una profunda sensación de infelicidad.
Tips para revertir la relación negativa entre consuegras
Si éste es tu caso y tu madre y la de tu pareja no se llevan bien, seguí éstos tips para revertir la situación o, al menos, minimizar los daños colaterales en el seno de tu propia familia:
- Tanto vos como tu pareja deben tratar a sus suegras con respeto y cariño, si sus respectivas familiares perciben lo importante que son ellas en sus vidas, con el tiempo comenzarán a ceder y amenizar los encuentros.
- Hacelas entender que aunque no compartan posturas u opiniones, tienen que ser comprensivas con la otra y sus diferencias.
- Si las posturas son irreconciliables, el respeto y la diplomacia deben ser la norma que rija su relación.
- Hacelas comprender que compitiendo a ver quién hace mejores regalos o los más caros no es la manera de ganarse el afecto de los nietos. La mejor inversión en éste sentido es pasar tiempo de calidad con ellos.
- Nunca meter a los niños en medio de las rivalidades o disputas familiares, porque solo lograrán herirlos y causarles dolor.
- No mezclar la familia con los negocios. Si las relaciones nunca fueron muy buenas, realizar algún negocio juntas puede ser contraproducente, porque en caso de que éste fracase, solo agravaría el malestar entre ambas partes.
- Hacelas sentir útiles, solicitándoles ayuda cuando sea posible y prestándoles atención para que no sientan que son dejadas de lado o que existen preferencias.
- No hables mal de los padres de tu pareja ante ella o ante tus padres, aunque hayan cosas que te hagan sentir mal. Eso solo agravaría la situación.
- No minimices su relación. El vínculo entre consuegras es muy importante. Tal vez con el paso del tiempo lo veas con mayor claridad.
- Si ya lo intentaste todo, pero aún así la relación no mejora, no las presiones. Dales tiempo de que se acostumbren a ésta nueva realidad familiar. Posiblemente, con la llegada de los nietos las cosas vayan encausándose y logren acercar posturas.
Por último: relajate. Los comienzos nunca son fáciles, pero con cariño, voluntad y mucha paciencia todo se encausará y lograrás vivir en una familia feliz, alegre y unida. Recordá siempre que lo imposible sólo lleva un poco más de tiempo…. ¡Ánimo y adelante!
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