6 consejos para incluir un buffet de quesos en su casamiento
El juego de sabores hace muy atractivo un buffet de quesos que ofrezca un abanico interesante para degustar. Los comensales querrán probar los quesos más populares y tal vez experimentar con nuevos sabores. La tabla de quesos, uno de los favoritos.
Un buffet de quesos es uno de los preferidos en las bodas y cualquier otro tipo de eventos. Suele gustar a todo el mundo, sobre todo acompañado de buenos vinos argentinos. Además de la torta de casamiento sencilla, la decoración de las mesas, los souvenirs de casamiento, las propuestas del menú y las invitaciones de bodas, exploren en la variedad de quesos y las formas de presentarlos. Una mesa de quesos no tiene quien se resista.
1. Bodas tipo cóctel o recepción
Son dos momentos perfectos para elegir un buffet de quesos. Tanto si se planea un menú cóctel con vestidos de fiesta cortos como unos bocaditos en una recepción, mientras se espera la llegada de los novios, la opción de los quesos se torna ideal y soluciona un aperitivo con mucho a su favor. Hay pocos alimentos tan versátiles como el queso.
2. La multiculturalidad
La ventaja de ofrecer una mesa de quesos es la variedad de este delicioso producto que se puede encontrar en el mercado. El queso es uno de los alimentos más difundidos por su aporte de proteínas y calcio, más aún con los procesos inmigratorios, que llevan consigo también recetas, además de valijas, recuerdos y vestidos de novia usados. La multiculturalidad crece, y con ella los tipos de queso que se elaboran en el país.
3. Tipos de queso
Una tabla completísima de quesos lleva una selección de hasta 8 quesos diferentes, combinando las texturas, formas, aromas e intensidad de sabores. La repetición resulta aburrida, por ello es interesante que haya quesos de diferente textura, tipo de corteza, maduración, leche de origen, intensidad de sabor o región productiva. Los imprescindibles que no pueden faltar en una tabla de quesos son el Provolone, el Roquefort, el Parmesano, Pategrás, algún queso con hierbas y un Gouda.
4. Maridaje
El queso y el vino vienen ligados de épocas remotas, como las bodas y las tortas de casamiento originales. La intensidad es la clave del maridaje. La regla infalible es encontrar la consonancia entre vinos suaves y quesos suaves, y vinos con más cuerpo y quesos más contundentes. Cuanto más fuerte es el sabor del queso, más categórico debe ser el vino. Los quesos fuertes se ven muy bien acompañados de vinos tintos o vinos de postre dulces. Los quesos suaves, con vinos tintos jóvenes y blancos secos.
5. La presentación
El acompañamiento enriquece las presentaciones de mesas de quesos, como frutas, humus, olivas verdes y negras, tomates cherry, pepinillos, escabeches, frutos secos, frutas confitadas, compotas, y una buena selección de panes y galletas. Cada tipo de queso tiene un corte y una forma de servirse. Se debe montar la escena en distintas alturas, ideal sobre una tabla de madera, buscando efectos visuales que sorprendan primero por la imagen creada, luego por el sabor en la boca.
6. Las uvas con queso...
Saben a beso, dice el refrán. Las buenas combinaciones harán de la tabla de quesos una delicia para quienes recibieron sus tarjetas de casamiento divertidas. Las frutas juegan un papel fundamental, no solo en el paladar sino también en la decoración. Los colores y los volúmenes aportan a la estética del buffet y, sobre todo, las uvas son aliadas de los quesos. ¡Infaltables!
Si ya bucearon en modelos de tarjetas de casamiento y definieron el dress code de los vestidos de fiesta, exploren en las presentaciones perfectas de tablas de queso. Serán todo un acierto para el paladar y el recuerdo de bodas.