¿Cómo elegir la fecha del casamiento? ¡Conozcan todas las claves!
Uno de los primeros pasos para comenzar a ordenar la agenda de tareas luego del compromiso es elegir una fecha para el casamiento. Esta fecha condiciona de algún modo el paso a paso de una organización de bodas y el armado del cronograma.
La fecha de casamiento surge luego de debatir sobre gustos, estrategias e ideas prácticas para llevar adelante la agenda de tareas. Deberán evaluar muchos factores, por ejemplo, la estación del año, la reserva de espacios, la coincidencia con las vacaciones de verano para extender la luna de miel, el día de la semana más favorable, entre otros. ¿Cómo elegir una fecha en función de la practicidad, los gustos y la disponibilidad de espacios, sin perder cierta cuota de fantasía? Les dejamos 5 pasos esenciales.
1. La estación del año
La época más demandada es primavera-verano y principio de otoño. El clima es un factor esencial a la hora de elegir la fecha de casamiento y valorar una época del año, más aún cuando prima una idea de boda al aire libre. Todas las temporadas tienen sus ventajas y desventajas.
Temporada alta o temporada baja
Elegir la temporada alta o baja implica diferencias importantes en el presupuesto. Por eso, una variable que todos los novios aprecian, sobre todo cuando se trata de optimizar un presupuesto, es la temporada de bodas. En Argentina junio, julio, agosto y septiembre son los meses de temporada baja; enero y febrero son los meses de temporada media, y de octubre a diciembre y de marzo a mayo son los meses preferidos para celebrar bodas con un clima cálido como factor determinante para marcar la fecha en el calendario.
Primavera y verano, los más demandados
Las temperaturas más cálidas dan la oportunidad de tener un casamiento al aire libre. Sin dudas, son los meses más esperados para celebrar bodas. Se consiguen ambientes relajados y looks de novios e invitados cómodos y frescos. La iluminación natural es ideal para fotos perfectas y la variedad de flores aumenta en primavera y verano. Entre las desventajas, la disponibilidad de lugares queda más ajustada, por lo que deben anticiparse en las búsquedas de salones y quintas, y en pleno verano algunos invitados pueden estar disfrutando de sus propias vacaciones.
Otoño e invierno, encanto a menos costo
Las estaciones templadas a frías traen un paisaje más conmovedor, con otro tipo de ventajas para los novios. Fin de otoño e invierno son meses de temporada baja con precios más económicos en varios aspectos de la organización, incluso quizá consigan promociones que se ajusten mejor al bolsillo. Una planificación en invierno resulta más sencilla para hacer coincidir la iglesia y la reserva del salón porque hay más disponibilidad de fechas. Además de reducir costos, se aseguran una mayor concurrencia de sus invitados que estarán ansiosos de que llegue el día.
2. El día de la semana
Los viernes y sábados son los días más elegidos en el calendario. Los domingos son los favoritos para celebrar bodas al mediodía, dado que hay tiempo para descansar. Siempre consideren qué invitados no deberían faltar y si ellos tienen inconvenientes con algún día de la semana.
Sábado, un clásico
Por costumbre o tradición, los sábados resultan los días clásicos para celebrar casamientos, por eso suelen ser días muy demandados por las parejas. Para los proveedores de bodas también resulta el día más solicitado, por lo que la disponibilidad de servicios se ve algo más acotada. De esto se desprende que es el día más caro en comparación con el resto de la semana. Para los invitados resulta más sencillo asistir, dado que el sábado se presenta como un gran día para salir y disfrutar, festejar un casamiento, y descansar el domingo.
Viernes, ideal para enlazar con el fin de semana
Si quieren seguir festejando el sábado o atender a otros familiares que llegaron de lejos, el viernes les permite tener más tiempo por delante antes de volver al trabajo o partir al viaje de bodas. El viernes es perfecto cuando no cuentan con mucha antelación para planificar o buscan promociones y descuentos en algunos proveedores. Estos estarán más disponibles que si fuera un sábado y podrán elegir buenos servicios. Muchos salones y quintas para celebrar casamientos y otros eventos tienen precios diferenciales según el día de la semana.
Domingo, mejores precios y fiesta de día
Un casamiento al mediodía puede resultar novedoso, más aún cuando se trata de un domingo. Aunque se sale de lo convencional, un domingo trae muchas ventajas para las parejas que prefieren un encuentro íntimo, familiar y cercano. La desventaja que se puede presentar para los novios que quieran pasar por la iglesia es que estas instituciones se reservan el domingo para las misas. Tal vez el domingo sea una buena opción para bodas civiles que concluyan con un brunch wedding en el jardín de la casa o un almuerzo en un restaurante.
Entre semana, las mejores ofertas
Así como el sábado es el día más demandado y caro para organizar un casamiento, entre semana resulta ideal para conseguir mejores ofertas o promociones de lujo. Los salones suelen tener la agenda de fin de semana ocupada con bastante antelación, lo que no sucede con los días de entre semana. Así, van a encontrar mayor disponibilidad de servicios, dado que para los organizadores de eventos y proveedores de bodas resulta una oportunidad de trabajo extra. Van a poder elegir con tranquilidad sin las presiones del contrato inmediato.
3. La hora
El momento del día que elijan está más vinculado con el tipo de enlace y depende en gran medida de sus gustos personales. Un casamiento por la mañana o el transcurso de la tarde temprana es más relajado y familiar. En cambio, el horario nocturno va a requerir de un poco más de glamour.
De mañana
Luego de la ceremonia civil, tienen muchas horas por delante para festejar. Es una modalidad muy fresca para casamientos menos concurridos, bodas íntimas y familiares. Un enlace de mañana les permite iniciar descansados y extender la fiesta hasta la hora que decidan. Una boda de mañana no requiere de un menú tradicional, por lo que una alternativa para novios que aman el desayuno es un brunch, novedoso, versátil y creativo para casamientos al aire libre, con una barra de jugos y licuados en época de verano o un coffee bar en invierno.
Al mediodía
Un casamiento al mediodía es bastante parecido a la opción anterior, más relajado e informal que en un horario de tarde o noche. Se aprovechan las temperaturas más cálidas y los espacios bucólicos debajo de arboledas o en jardines, incluso es ideal una boda con piscina en verano. La apuesta segura para el menú es carne a las brasas y ensalada verde para una reunión que se puede alargar o un menú brunch cuando se combina el desayuno y el almuerzo para una boda de duración corta. Tanto las bodas de mañana como al mediodía son las mejores elecciones si tienen invitados adultos mayores o niños.
De tarde
Sin llegar del todo a un tono clásico o de etiqueta, las bodas de tarde tienen un encanto más bohemio, favorecido por la luz del atardecer. Estos casamientos son ideales en lugares de mucho calor, cuando la tarde trae algo de fresco. Los novios no deben madrugar y cuentan con mayor tiempo para prepararse. Las fiestas suelen comenzar alrededor de las 6 de la tarde, por lo que tal vez se extiendan hasta la madrugada. Para los invitados también resulta ventajoso, sobre todo para aquellos que deben viajar o quieren evitar regresar muy de noche a sus casas.
De noche
El horario nocturno es perfecto para casamientos más clásicos, lo que implica un vestuario de etiqueta para los invitados. Es el tipo de boda más tradicional, de vestidos de fiesta largos, regido por un protocolo más riguroso. Para bodas veraniegas, la noche se presenta más favorecedora. La noche es ideal tanto para reuniones breves como fiestas que se extienden hasta altas horas de la madrugada. Para familias con niños, el horario nocturno puede resultar incompatible, por lo cual quizá cuenten con algunas ausencias o algunos retiros repentinos antes de que termine la celebración.
4. El tipo de ceremonia
Cuando priorizan el presupuesto y el tiempo de los invitados, resulta muy conveniente tener las dos ceremonias el mismo día, aunque es más frecuente tener una boda civil seguida de un almuerzo, y celebrar el matrimonio religioso y la fiesta uno o dos días después. Otra opción es el civil móvil.
Boda religiosa
En caso de celebrar una boda religiosa, existen algunas variables para elegir la fecha. La primera instancia es si quieren hacer coincidir la boda religiosa y la celebración. Las iglesias más solicitadas suelen tener una agenda bastante completa, por lo que deben reservar con tiempo. El segundo factor importante es conocer cuáles son los días de la semana y los horarios en que se celebran matrimonios. Las iglesias suelen celebrar casamientos de martes a sábado y, por otro lado, hay fechas en que no se celebran matrimonios, como feriados nacionales, Carnaval o Semana Santa.
Civil, opción en el mismo lugar de la fiesta
El civil móvil es una opción para celebrar los dos eventos juntos, el casamiento por civil y la fiesta en el mismo lugar. Si omiten la boda por iglesia, el civil a domicilio es una alternativa para optimizar el presupuesto y convocar a los invitados a un solo evento. Pueden personalizar la boda civil tanto como quieran, incluso trasladar algunos elementos tradicionales de la iglesia, como la entrada de la novia, la música nupcial o las lecturas de los novios. La decoración del altar y el pasillo de la ceremonia que delimite los espacios es clave en estas celebraciones.
Ceremonia simbólica
Las ceremonias simbólicas son apuestas originales cuando los novios deciden tener solo una boda civil. Estas ceremonias establecen una analogía entre su significado y el matrimonio. Algunas trascienden el ritual de la boda, como sucede con la ceremonia de la plantación, en que un árbol crecerá con todos los cuidados y las atenciones que resignifican el amor como sustento. Otra de las ceremonias más elegidas es la de la arena, en que dos individualidades se fusionan para componer un todo único. El momento ideal es luego de realizar el intercambio de alianzas y votos matrimoniales.
5. La luna de miel
Enlazar las vacaciones anuales con la licencia por matrimonio es un camino cada vez más adoptado entre las parejas. A veces la licencia puede resultar muy corta para un viaje de bodas, y los días extras vienen como anillo al dedo para ultimar detalles, extender el viaje o hacer arreglos en la casa.
Destinos según la época del año
El viaje de bodas puede ser otra variable para elegir la fecha de casamiento. Según la época del año, quizá tengan alguna preferencia en cuanto a escenarios y paisajes u opten por destinos menos concurridos en determinada época. En verano, seguramente las playas y el mar sean los destinos favoritos. En invierno, quizá prefieran las propuestas para disfrutar del frío y la nieve. Por otro lado, los precios más baratos de regiones muy calurosas en verano son aliados del bolsillo en invierno, sin olvidar que hay destinos con encanto en cualquier época del año.
Permiso de vacaciones por casamiento
Las vacaciones anuales pueden sumarse a la licencia por matrimonio, cuyo beneficio extiende los días de descanso y disfrute. Puede ser un motivo por el cual quieran posponer la luna de miel o un factor determinante para elegir una fecha de casamiento pegada a las vacaciones habituales. Pueden extender los días del viaje o dedicar un tiempo extra al arreglo de la casa nueva. Según la Ley de Contrato de Trabajo, por matrimonio corresponden diez (10) días libres corridos, que los diferentes convenios colectivos pueden ampliar o mejorar.
La fecha de enlace orienta luego en la organización sobre el abanico de tipos de celebración y el presupuesto. En el portal de Casamientos.com.ar encontrarán muchos consejos sobre esta elección y claves para definir el estilo de boda y la lista de invitados.
