¿Cómo evitar discusiones de pareja? 5 temas sobre los que ponerse de acuerdo
El noviazgo es uno de los momentos más hermosos y es vital para conocer a tu pareja. Es el momento perfecto para aprender a entenderse y lidiar con las cosas que más nos molestan del otro para lograr un sano equilibrio en la convivencia.
Organizar la fiesta, elegir el vestido de novia, escribir la lista de invitados, probar la comida, encargar la torta de casamiento y pensar el diseño de los souvenirs de casamiento puede ser divertido. Sin embargo, toda relación está llena de altibajos y puede haber factores que alteran la buena relación, ¡pero no se asusten! Es algo totalmente común y parte de aprender a convivir en pareja. Te contamos cuáles son los problemas más frecuentes y cómo solucionarlos.
Dinero y organización de una economía familiar
Al momento de casarse y formar una familia, muchas cuestiones comienzan a cambiar. Para muchas parejas es más cómodo mantener su autonomía y que cada uno maneje sus finanzas. Muchas otras prefieren armar una economía en conjunto y para hacerlo y que funcione como debe ser tienen que ser organizados. En primer lugar es vital llevar por escrito cuánto aporta cada uno según lo que gana y en qué se gasta ese dinero. Cada mes pueden anotar en un cuaderno o en un Excel qué ítems son correspondientes a los gastos fijos (servicios, cuotas de alquiler, auto, comida, etc) y qué gastos extraordinarios hubo. Llevar registro de los gastos extraordinarios sirve para visualizar mejor en qué se gastó dinero no estipulado con antemano y poder controlarlo de cara al siguiente mes.
Decisiones en conjunto
Sea cual sea la decisión, es importante que la tomen juntos. Por supuesto que cada persona es libre y también debe y puede mantener su autonomía en sus cosas personales. Pero si son una pareja, deben aprender a tomar las decisiones importantes entre los dos. Si alguno de los dos tiene una idea en la cabeza, lo mejor es exteriorizarla y dialogar. Tal vez la otra persona no esté de acuerdo y así evitamos una posterior pelea. Las discusiones se dan muchas veces por pequeñas cosas que se van acumulando y que no fuimos capaces de conversar en su momento.
Tareas de la casa
Esto es un punto que trae discusiones a las parejas cuando comienzan a vivir solos. Cada cual viene de un mundo distinto y tiene sus propias formas de manejarse con la casa. Hay gente más obsesiva y otros que dejan todo para después. Lo ideal es que si son diferentes puedan encontrar un equilibrio ¿Cómo? Organizando días en la agenda para limpiar juntos, dividir las tareas que mas les quedan cómodas y destinar diferentes partes de la casa para no pisarse o meterse en el trabajo que hace el otro.
Otra recomendación vital es ir dejando las cosas en su lugar de origen. Por ejemplo si sacan un cucharón, devolverlo al cajón donde va. Eso va a evitar que lleguen cansados y tengan una crisis por esas pequeñas cosas que se van juntando. Ayudan a pelearse menos.
Cada uno con sus mañas
De la mano con el punto anterior, las mañas de cada uno deben ser conocidas por el otro. Es importante que se conozcan bien, que se hagan conocer en la convivencia. Saber cuales son los gustos, preferencias, cosas que hacen enojar al otro, cosas que lo ponen nervioso son detalles que colaboran con generar empatía. Aceptar la personalidad de tu pareja y lidiar con eso te hará mejor persona y además va a preservar su relación. Si hay cosas que realmente te parecen graves o no podes tolerar, hay que negociar y llegar a un acuerdo común.
Aceptar al entorno
Siempre existe alguien del entorno de tu pareja que te puede caer mal o con quien simplemente no tengas feeling. Claro que no somos perfectos y tampoco podemos caerle bien a todo el mundo. Lo mejor en esos casos es tratar de evitar situaciones en donde estén incómodos o alguien se pueda llegar a sentir mal.
Pueden surgir discusiones que involucran a terceros. Hay que evitar esto porque muchas veces rompe con la pareja y deja a ambos con un sabor amargo. Por eso hay que tener mucha paciencia y si algo molesta, hablarlo en privado —nunca delante de la gente— con respeto y tranquilidad.
Recuerden que la clave está en pensar siempre en el otro y en si nos gustaría estar en su lugar. Por supuesto que toda pelea tiene solución pero es mejor prevenir que curar. No falta nada, por eso terminen de mandar las tarjetas de casamiento y de probarse todo para ultimar detalles, como el peinado de novia y el maquillaje.