Convertí al verano en el mejor aliado de tu dieta
Aunque no parezca el verano puede ser un buen momento para empezar tu dieta y aprovechar los beneficios que el buen clima nos ofrece. También es la oportunidad perfecta para mejorar tus hábitos alimenticios.
Aunque todavía falten unos meses para que el calor nos acompañe, siempre es importante tener en cuenta estos consejos para prepararnos antes de que llegue. El calor puede influir en nosotros de dos formas muy distintas: por un lado, puede afectar nuestra dieta porque salimos más y comemos más veces afuera y, por el otro, puede ayudarnos a bajar esos kilos demás porque el calor no nos genera tanto hambre y se pueden comer platos más frescos y livianos.
Por eso, el objetivo para el próximo verano será convertirlo en el mejor aliado de tu dieta.
Consejos para lograrlo
- La clave es tener una alimentación equilibrada. Para ello, hay que cubrir las necesidades energéticas y aportarle al cuerpo las proporciones adecuadas de hidratos de carbono, proteínas, grasas, vitaminas y minerales con una dieta variada.
- Nuestro cuerpo en su mayor proporción está compuesto de agua. En el verano especialmente debes mantenerte bien hidratada y beber mucho liquido.
- Si bien en verano debes priorizar el consumo de alimentos frescos y livianos como frutas y verduras, no descuides el consumo del resto de los alimentos que te dan energía y vitalidad.
- Un gran cambio es modificar la forma de cocinar los alimentos. Lo mejor es evitar la grasa y cocinar a la plancha, al horno o al vapor. Así, vas a reducir la ingesta de fritos y grasas, que tienen muchas calorías y generan una digestión más lenta y pesada.
- Y no te olvides que el aceite de oliva extra virgen y los productos naturales son los mejores aliados.
Y si salís a comer afuera...
- Elegí vos el restaurante, así puede ser un lugar con opciones naturistas, caseras y con una carta que se adapte a tus gustos y necesidades.
- Cuando pidas hacelo consciente de que no todos los alimentos tienen las mismas calorías ni son asimiladas por el organismo de igual forma. Se deben consumir aproximadamente 55% de hidratos de carbono del total de calorías diarias ingeridas, 15% de proteínas y las grasas no deberían superar el 30%.
- No te excedas con el alcohol, tiene muchas calorías y su consumo no aporta ningún beneficio al organismo. Mejor acompaña tus comidas con agua o una bebida light.
- Pedí siempre que te traigan la comida sin condimentar, así vos controlas la cantidad que le eches de condimentos. Evita salsas y adherezos pesados, mejor un chorrito de aceite de oliva, vinagre y poca sal.
- Si vas a comer un segundo plato más contundente, que la entrada sea liviana: una ensalada verde, por ejemplo.
- No abuses del pan y evita el picoteo previo a la comida para no llenarte con minutas fritas.
- Para el postre es mejor elegir frutas y/o una infusión como el té. Si vas a pedir un postre rico de repostería, compartilo para reducir la porción.