Mujeres que emprenden: así es trabajar en el sector de los casamientos
Emprendedoras, dedicadas, apasionadas. Las mujeres que trabajan en el sector nupcial son un pilar fundamental para que todo salga soñado en ese día tan especial para las parejas. Su experiencia, sensaciones y propuestas para 2021, en este artículo.
Celebrar el amor siempre es motivo de gran alegría. Y qué mejor que una fiesta con su familia y amigos para compartir con ellos lo mucho que se quieren. Los casamientos fueron cambiando con los años, y hoy la mayoría de parejas busca vivir una experiencia auténtica, lejos de protocolos o formalidades. Cada vez más, las bodas se ajustan a la medida de cada pareja, y para eso es fundamental contar con el apoyo profesional adecuado.
En el mes del Día Internacional de la Mujer conversamos con trabajadoras del sector nupcial que afrontan su profesión con dedicación, cariño y mucha pasión. Después de un año golpeado por la pandemia, nos cuentan cómo afrontan el desafío de reinventarse para poder seguir dedicándose a lo que más les gusta: hacer felices a las parejas.
La crisis como oportunidad
El 2020 el mundo se detuvo. Muchas parejas tuvieron que posponer su casamiento y dejar en pausa los preparativos de su gran día. Sin embargo, las trabajadoras del sector no pararon de moverse; los meses del confinamiento estuvieron dedicadas a apoyar a las parejas, aconsejándolas y brindándoles tranquilidad. “Hubo que acompañar y brindar tranquilidad a las parejas, así como gestionar con los distintos proveedores de la zona, alternativas en términos de fechas y hasta opciones de espacios nuevos, pero siempre estando al lado de las parejas y sin dejar de soñar en ese día tan especial”, explica María Belén Cappi, organizadora de eventos de Mendoza que se especializa en bodas destino.
Con años de experiencia —la mayoría empezó a trabajar siendo muy jóvenes— estas profesionales también encontraron en la crisis una oportunidad, y aprovecharon los meses del confinamiento para seguir capacitándose, creando nuevas propuestas y tejiendo redes a lo largo del país. “Nos permitió visibilizarnos, conocernos, hablar desde un punto en común e instruirnos en términos de seguridad, ya que esto fue nuevo para la mayoría de nosotros”, cuenta María Belén.
Luciana Navarra es fotógrafa y también sintió gran incertidumbre cuando las bodas se suspendieron. Aprovechó esos meses para seguir capacitándose en fotografía y marketing, y logró contactarse con otros emprendedores. “Este nuevo año lo comencé con muchísimas ganas y apostando a continuar con lo que más me gusta que es la fotografía. Preparé protocolos que servirán para enfrentar el contexto y diseñé una nueva propuesta del servicio analizando mis trabajos anteriores”.
Todas tienen claro que la experiencia acumulada y los aprendizajes que dejó 2020 les permitirán afrontar su trabajo más preparadas que nunca, con ilusión renovada y con iniciativas que permitan seguir disfrutando de un día tan especial cuidando la salud de todos.
Iniciativas para un 2021 esperanzador
En los últimos meses comenzó una etapa de flexibilización en Argentina, que permitió que poco a poco se retomara la celebración de casamientos con las medidas correspondientes. Algunas parejas que habían pospuesto su boda pudieron celebrarla siguiendo los protocolos dispuestos por las autoridades, y 2021 viene lleno de esperanzas para el sector nupcial. Para garantizar la seguridad de novios e invitados, las profesionales tienen pensadas diferentes ideas que permitirán disfrutar de este día tan especial siguiendo todas las medidas necesarias.
María Belén nos cuenta que las bodas que llevará a cabo este año serán realizadas al aire libre y durante el día. También propuso a las parejas utilizar una aplicación móvil en la que cada invitado podrá generar un código QR que permitirá obtener una pequeña base de datos con información básica de cada invitado. Esto permitirá tener un control del estado de salud de todos los asistentes para reforzar la seguridad del evento.
Paola García, de Paola Ambientaciones, también explica que están trabajando en lo que llaman “fiestas CC”, es decir fiestas para cuidarse y celebrar. Para conseguirlo, priorizarán la utilización de espacios exteriores y plantearán el armado de mesas o livings por grupos de familia, reduciendo la cantidad de personas que ocupen cada uno de esos espacios.
Belén Manzanedo, quien forma parte del equipo de Chic to Chic —una empresa especializada en decoración y ambientación— explica que ya empezaron a celebrar eventos y que han estado trabajando en una serie de medidas, como la disposición de gel hidroalcohólico en mesas, identificadores de vaso y colocación de carteles instructivos con reglas básicas que todos deben respetar (como mantener la distancia). Como por el momento no está permitido el baile, también pensaron en puestos de juegos tipo kermesse, que son fáciles de desinfectar y permiten que todos pasen un momento divertido.
El trabajo de las fotógrafas también se adaptará a las medidas de seguridad, apostando más que nunca por las sesiones al aire libre. Lucía Jalil, al frente de Lu Sonríe, apuesta a las elopement weddings. Se trata de una celebración íntima, en un lugar especial, rodeados de la naturaleza. “El foco está puesto en lo que realmente importa: el amor que se tienen, en su unión, en los protagonistas y su momento. En presencia de un juez que los una, y a veces algunos testigos, las personas más cercanas”, cuenta.
El acompañamiento más necesario
Acompañar a las parejas en el proceso de organización y celebración de un casamiento requiere de paciencia, empatía y mucho cariño. Y las profesionales dedicadas al sector lo saben mejor que nadie. “No solo gestionamos, interpretamos, ideamos, coordinamos y tenemos un poder de resolución de imprevistos, sino que también, escuchamos y contenemos a cada pareja a lo largo del proceso de organización”, dice María Belén. En el contexto de la pandemia, este acompañamiento se volvió fundamental en medio de tanta incertidumbre. “Hay momentos en los que se hace difícil contenerlos, porque muchos tuvieron que postergar el casamiento más de una vez y eso los desesperanza y les da miedo que no estemos disponibles, que el salón cierre, entre otras cosas. Los que les tratamos de decir es que nosotras vamos a cumplir con ellos pase lo que pase”, puntualiza Belén de Chic to Chic.
Beatriz González, a cargo del taller de accesorios Querida Mía, también tiene un trato muy cercano con las novias, ya que el proceso de trabajar con accesorios requiere de un acompañamiento y sensibilidad especiales, algo que la hace estar agradecida y comprometida con su trabajo. “Mis novias me han permitido ser parte de sus sueños, ideas, su familia, su pareja. Ser parte de ese círculo tan especial”.
Confiar en las profesionales es básico para que todo marche sobre ruedas mientras organizan su casamiento. Ellas cuentan con gran experiencia y saben escuchar mejor que nadie las necesidades de cada pareja. Lucía lo deja claro: “Me gusta conocer a las parejas meses antes para poder acompañarlos en el proceso de los preparativos. Solemos tener una reunión personal (ahora están siendo virtuales) donde me cuentan su historia, sus gustos, como va a ser la boda, etc., y así puedo conocerlos mejor, e ir logrando esa confianza necesaria para que cuando llegue el día puedan sentirse cómodos y estar relajados”. Por su parte, Luciana destaca la importancia de estar atenta a los mensajes de los novios en todo el recorrido del evento, desde la contratación hasta la entrega del trabajo: “Considero que vivir todas las emociones que se dan durante el proceso de organizar el casamiento también es parte de la boda en sí, es parte de eso que nunca se olvida”.
Nervios, emoción, alegría, ilusión. El proceso de organización del casamiento los hará vivir muchas emociones, y es importante acompañarse de las profesionales indicadas. Después de un año difícil para todos, las bodas que se vienen buscarán celebrar más que nunca el amor y los afectos. Por suerte, las mujeres al frente de cada una de las empresas están preparadas para seguir dedicando toda su pasión a conseguirlo.