¿Sabés por qué el vestido de novia es blanco?
Si de tradiciones se trata, el color del vestido de novia es uno de los ritos que más seguidoras tiene. Lo relacionamos con la pureza y sabemos que llega de la época victoriana. Para conocer un poco más sobre esta curiosidad, sigan leyendo aquí.
Con tanta historia detrás, el color blanco del vestido marca lo romántico y ultrafemenino de la prenda en la moda nupcial. El día de la boda representa toda la fantasía de la novia puesta en escena y el vestido de novia con encaje y el clásico peinado de novia responden a su inquietud de sentirse y verse bella. ¿A qué se debe el tono más requerido para los vestidos de novia?
1. En la Antigüedad
El blanco en el vestuario de las novias viene de épocas remotas. En el Antiguo Egipto, las novias elegían atuendos de lino blanco. Grecia también celebraba sus bodas con vestidos blancos porque simbolizaban la alegría y la felicidad; también se usaban las túnicas amarillas, siempre con coronas de flores que adornaban el cabello. Y en la época romana, las novias vestían de blanco y velos púrpuras.
2. En la Edad Media
La gente común optaba por una de sus mejores prendas, un vestido de fiesta sencillo. No se estilaba confeccionar un vestido de novia especial para la ocasión, aunque se trababa de copiar los modelos de la alta sociedad. En la Edad Media, los tejidos más suaves y los colores azules, celestes, cafés, grises eran los preferidos. Solo el verde no era muy bienvenido porque se lo consideraba de mala suerte.
3. Época victoriana
La reina Victoria fue la precursora en la moda nupcial, cuando en 1840 contrajo matrimonio con su primo Alberto de Sajonia-Coburgo. Es conocida su influencia en los vestidos de novia sencillos y en el ajuar. La reina eligió el blanco, en lugar de los dorados y plateados de la época, para resaltar los delicados encajes de Honiton de su vestido, producto emblemático del pueblo homónimo del suroeste de Inglaterra. Una corona de azahar y mirto adornaba su peinado recogido.
Hasta ese momento las mujeres elegían los colores fuertes y brillantes para casarse y reutilizar el vestido en otra ocasión. No fue la única tradición que se impuso a partir del casamiento de la reina Victoria. Ella solicitó que nadie más usara el blanco en sus vestimentas para el día de la boda. Todavía no existía la fotografía pero la noticia y los grabados de la ceremonia recorrieron los diarios de la época y la moda comenzó a extenderse a la sociedad.
4. Qué representa
El blanco era un símbolo de riqueza. Resulta entonces que no representaba la virginidad y la pureza como se creía en un principio sino la ostentación. Durante el siglo XVIII y XIX el color blanco era elegido entre las clases altas que podían permitirse el lujo de usar un vestido una sola vez, dado lo difícil de lavar a mano y conseguir de nuevo el blanco original.
5. El poder del blanco
El vestido blanco de la reina Victoria tiene un poder transformador que se extiende a todas la épocas posteriores. El blanco lleva un aura de nostalgia romántica y las novias lo eligen por su simbolismo y por la nueva etapa que representa en sus vidas. El color blanco con tonalidades más brillantes o más cálidas personifica una energía nupcial que abarca también todo su ajuar, zapatos, flores, velos.
6. Otros colores
A lo largo de la historia otros colores como el rosa, el amarillo, el morado o el rojo también fueron de los preferidos para casarse. Incluso en Oriente, el color típico en China y en India es el rojo. Estos colores se adaptaban mejor a la vida cotidiana. Los tiempos de guerras hicieron que las mujeres optaran por su mejor atuendo o pidieran prestado un vestido de novia usado. También se va incorporando el simbolismo de pureza y castidad. En los dorados años 20, los vestidos se vuelven glamorosos y explotan los diseños.
7. Tanta diversidad
Sin embargo, no nos quedamos solamente con el blanco. En muchos países de Oriente se usan trajes tradicionales, de colores vivos y con cantidad de bordados. La moda nupcial se renueva y las novias románticas eligen tonos rosas con mucho tul o grises con transparencias. El nude y el marfil sorprenden por la delicadeza que otorgan a las siluetas. Otras novias menos convencionales optan por colores trasgresores, como el rojo o el amarillo.
También se pueden observar bordados y accesorios de colores en vestidos de novia súper románticos. Aunque el blanco sigue siendo protagonista en los vestidos de novia 2019, deja lugar a otros colores como el marfil, blanco roto, champagne o rosa empolvado.