¿Tenemos que invitar a las parejas de nuestros amigos al casamiento?
Los acompañantes de sus amigos suelen ser una categoría de invitados que a veces requiere de un análisis consensuado. El dilema está presente, dependerá mucho del presupuesto disponible y del grado de cercanía. ¿Cómo gestionar estas invitaciones?
Una de las primeras preguntas que se presentan en la organización del casamiento es “a quiénes invitamos a la boda”. La forma de definir la lista de invitados depende de muchos factores, entre ellos, el presupuesto y la formalidad. Para resolver la duda puntual sobre invitados con acompañante, repasamos algunos consejos útiles para tomar una decisión afirmativa o salir airosos del compromiso.
1. Pulir la lista
Muchas veces la cantidad de comensales depende del presupuesto, por lo que nace una relación estrecha entre presupuesto y lista de invitados. Con esta base inicial, puede ser que el armado de la lista se pula al detalle para optimizar los costos, de modo que eligen con esmero a las personas con quienes quieren compartir el enlace. Aun cuando tengan una lista ideal, podrán surgir dudas sobre los invitados con acompañante.
2. Cuando se trata de invitaciones por compromiso
Dentro de esta categoría, deben responderse si invitar a todos los amigos solteros, compañeros de trabajo, amigos de estudio, y los acompañantes respectivos. Deben tomar una decisión consensuada, con base en conceptos como la cercanía, el tipo de amistad, las relaciones eventuales, invitados en lista de espera, incluso si deben restringir la lista de invitados según el aforo permitido en el salón.
3. Cuando se trata de amistades más cercanas
Son las ocasiones en que las parejas de sus amigos ya pertenecen al grupo o tienen relaciones más estrechas dado el paso del tiempo. Seguramente deberán poner en la balanza algunos vínculos más cercanos para decidirse por sí o por no. Cada caso tendrá mayor o menor grado de afinidad, por lo que resulta un dilema que deben resolver conversando entre ustedes.
4. ¿Se puede invitar sin pareja?
Entre los amigos solteros, este argumento entre dos opciones es frecuente. Como en otros casos, dependerá de cada situación en particular, sobre todo de la cercanía con los novios y el vínculo de amistad. Es probable que no puedan contentar a todos los amigos, pero pueden estar tranquilos con la decisión si lo han pensado muy bien y tienen sus fundamentos claros. Cuando se trate de amigos personales con relaciones muy estables, no quedan dudas de que deben invitar a los acompañantes.
5. ¿Cómo explicarlo?
Quizá deban explicar a sus amigos por qué no invitan a las parejas. Pueden optar por plantearles que será una boda más bien íntima, con los invitados imprescindibles o más allegados. Hoy en día no es un factor que provoque roces o malestares. Se entiende perfectamente que los casamientos se personalizan al detalle, jugando con todos los elementos para conseguir una boda para el recuerdo.
6. ¿Qué escribir en los sobres?
La escritura de los sobres habla de las fórmulas sociales para confeccionarlos. En este caso, para las personas solteras y viudas, divorciadas o separadas, pueden escribir el nombre completo o nombre de pila, según la cercanía. El protocolo responde a la etiqueta del enlace. Si les dan la posibilidad a sus invitados de asistir con un acompañante, pueden indicar en la tarjeta, por ejemplo, “Juan González + acompañante” o “Juan +1”. Si conocen a la pareja y tienen una relación más cercana, pueden colocar el nombre del acompañante, por ejemplo, “Juan y María”.
Si se preguntan cuándo enviar las invitaciones de bodas, un tiempo prudencial sería entre dos y tres meses antes de la fecha del casamiento, aunque también pueden enviar tarjetas Save the date unos seis meses antes para asegurar la presencia de sus invitados.