Trucos para moverte con tu vestido de novia sin perder la naturalidad
El vestido soñado existe, pero lucirlo impecable durante toda la fiesta conlleva algo de esfuerzo. Pisarlo, ensuciarlo o no saber cómo manejarlo pueden ser algunas de las inquietudes que se te presenten ese día. Anticipate con estos consejos.
El vestido de novia posiblemente sea el símbolo máximo que te represente en tu rol de novia. Saber combinarlo con un buen peinado de novia, zapatos y accesorios adecuados puede ser un verdadero desafío, pero además es vital sentirte a gusto mientras te muevas con él. A diferencia de los vestidos de fiesta del resto, el tuyo puede resultar algo incómodo, por eso tené presente los siguientes consejos!
¿Vestido largo o corto?
Si te decantaste por un vestido princesa, con cola y falda voluminosa, tenés que tener presente que —aunque es un modelo que queda hermoso— tendrás que tener especial cuidado para no caerte, no pisarlo y no arruinar la tela ni los bordados o detalles que pueda tener. Claro que si tenés un vestido de novia corto te será mucho más sencillo moverte y, aunque esté diseñado con alguna tela delicada, probablemente no se te ensucie tan fácilmente.
Hacé pruebas antes de la boda
Para un modelo largo es importante que realices alguna prueba en tu casa, camines con él y sepas cómo agarrarlo y llevarlo. También es importante que te lo pruebes con los zapatos para saber si el conjunto te queda cómodo. Si te resulta difícil caminar con tacos podés usar plataformas para tener más estabilidad, o algún taco chino; al ser cuadrados y bajos te sentirás cómoda al andar. Si tenés un vestido de novia para el civil que después vas a usar en la fiesta, lo mejor es pedir ayuda a algún familiar o amiga para que te lleve la cola del vestido o te ayude con escaleras.
¿Vas a usar un vestido muy trabajado?
Si tu vestido contará con detalles en su tejido como canutillos o pedrería, deberás tener especial cuidado al agarrarlo. Intentá sujetarlo siempre desde la parte más gruesa de la tela, así evitarás arrancar o rasgar esos preciosos detalles de tu modelo. Lo mejor es hablar con la modista y que te diseñe un vestido que tenga caída rígida y que también sea al ras de tus pies para evitar pisarlo.
Velo y tocado
Sobre todo para la entrada a la iglesia, hay que tener especial cuidado con el velo o arreglo que lleves en el pelo. La entrada y salida del auto serán momentos en los que tendrás que prestar especial atención, así que pedí ayuda a alguien. También recordá agacharte con cuidado para estar más segura de que no se va a estropear. Si te imaginás llevando un vestido de novia de famosa y un velo de princesa, vas a tener que cuidarlo especialmente. Si el velo es hasta el suelo, procurá darle a alguna amiga la tarea de acompañarte y que lo lleve en las entradas, salidas y escaleras. También que lo acomode al llegar al altar para que se luzca en todo su esplendor.
Faldas desmontables
Este tip es ideal si tenes un vestido de novia con encaje que se te pueda enganchar la parte de abajo al pasar entre las sillas y mesas de la fiesta. Te permitirá estar más cómoda para bailar también y pasar menos calor. La idea consiste en diseñar un vestido corto con un escote que sea combinable y agregarle una falda larga del mismo diseño. Así, podrás desmontar la falda larga cuando lo necesites y no gastar dinero en dos vestidos diferentes.
Ya sea que uses un vestido de novia sencillo o uno con mil detalles, ya podés empezar a pensar y practicar cómo moverte el día de la boda. Lo imprescindible es que se ajuste a tus necesidades y que te haga sentir radiante en tu gran día.