El casamiento de Agustín y Gachi en La Cumbre, Córdoba

El sábado a la mañana tuvimos que arrancar temprano. Llegaba la maquilladora y peinadora temprano porque había muchas cabezas y caras por trabajar. Entre mates, risas, y nervios, llegó el momento de ir a la Iglesia. Agus fue caminando con su flia (la iglesia era a 300 metros del hotel) y Gachi en auto con su papá. La ceremonia de la iglesia fue muy simple, en una capilla pequeña. Además de la ceremonia, le habíamos pedido al Padre leer una oración que la escuchamos en el cursillo pre matrimonial. Es sobre los viajeros, y en honor a la Virgen del Valle, que es la patrona de los viajeros, y a nosotros nos encanta viajar (de hecho la decisión de casarnos surgió en un viaje).La fiesta. Volvimos al hotel y ya estaban todos disfrutando de las picadas, bruschetas, sándwich de asado y todo el resto de la comida, acompañados de una excelente barra con cerveza artesanal y deliciosos tragos. El paisaje era único, la energía también. Cada grupo sentado bajo la sombra de un árbol, relajados, charlando y disfrutando.

Luego se armó el bailongo, antes de lo que nos imaginábamos ya que la gente tenía muchas ganas de bailar, y pasó volando todo el resto de la tarde noche.

Como el casamiento era de día, a la tarde, y junto con las cosas dulce, sumamos juegos de mates que sacaron muchas sonrisas a varios invitados. A la nochecita las pizzas ayudaron a recargar pilas. Y tipo 10 de la noche, se terminó lo que se daba. Es muy difícil poner en un texto todas las emociones y sensaciones que se vivieron ese 7 de marzo. Sin duda disfrutamos un día único, a nuestra manera, relajados, compartiendo con nuestras familiares y amigos, y viviendo así uno de los días más felices de nuestra vida. Datos de vital importancia: nos acompañó la suerte. Nos casamos justo un fin de semana antes de que comience todo el tema del COVID. Llegamos con lo justo, y pudimos hacer todo tal cual lo planeado.

En nuestro caso, planificamos con tiempo (comenzamos a contratar proveedores y demás 10 meses antes de la fecha). Eso nos ayudó a poder hacer muchas cosas nosotros mismos (vestido comprado en el exterior, decoración, cotillón, compra de bebida, detalles para los distintos rincones, regalitos para embarazadas, etc.).

La gran clave fueron los proveedores que contratamos y que recomendamos 100%. Todos ellos pusieron lo mejor de sí para que este evento superara nuestras expectativas. Muchas gracias. Y un agradecimiento especial a las familias y los amigos por compartir este día con nosotros.