El casamiento de Antonio y María Emilia en Córdoba, Córdoba

La crónica de nuestro casamiento

Decidimos casarnos por civil e iglesia días diferentes, así que el 9 de marzo dijimos el primer "Sí, quiero". Lo organizamos en el patio de mi casa de niña para cumplir un sueño mío que siempre tuve. La decoración, catering, música... todo lo organizamos con nuestras familias, la idea era hacer de ese momento un momento más íntimo y especial, ¡darle su lugar! Ya que teníamos demasiados invitados en la fiesta después de la iglesia, teníamos la idea de que se desvirtuaba la ceremonia civil si la realizábamos en el salón, la noche de la fiesta.

¡Fue una noche soñada! Estaban todos los que queríamos que estén, amigos íntimos y familiares muy cercanos, nuestros mayores afectos. Luego del civil, lo que iba a ser solo un brindis hasta temprano (al otro día se venía toda una fiesta de meses de organización), ¡terminó en baile hasta la una de la mañana! ¡Ya había mucho por festejar! Esa fue la última noche de mi marido y mía cada uno en la casa de sus padres...

El sábado por la mañana me desperté muy temprano... ya era una señora, pero sin su marido. Todo se mantuvo normal, hasta cerca del medio día que fueron llegando los indispensables: mi prima que arreglaba las uñas, la amiga de mi mamá que hizo el ramo, el maquillador y peinador...). En casa estábamos todos muy tranquilos, mi mamá, mi hermana, mi tía Lala, mi Papá y yo.