El casamiento de Ariel y Denise en Caballito, Capital Federal
Elegantes Invierno Blanco 4 profesionales
A&D
02 Sep, 2018La crónica de nuestro casamiento
Para estar relajados el día del casamiento y poder prepararnos mejor, habíamos pasado la noche en el Hotel BAUEN. El domingo de nuestra boda nos levantamos muy temprano, porque ¡a las 7 de la mañana venía la peluquera para empezar a prepararme! La habitación tenía un dormitorio separado de un living, entonces podíamos prepararnos juntos con la tranquilidad de que nuestros looks fueran sorpresa para el otro.
Llegó la peluquera, me empezó a peinar y a maquillar, y mientras tanto Ariel fue a traer el desayuno. Él se quedó conmigo mientras la peluquera me peinaba y me maquillaba, y alrededor de las 8:30 él se empezó a preparar y no lo ví hasta la iglesia. A las 8:40 llegaron el fotógrafo y una amiga mía para ayudarme con el vestido. Del otro lado, Ariel estaba terminando de prepararse mientras le hacían las tomas de preparación, por lo que en cuanto terminó, salió para la iglesia y el fotógrafo empezó a capturar mi preparación. Me puse el vestido, los zapatos, los accesorios y salimos para la iglesia.
Seguir leyendo »Mi marido llegó al lugar, Basílica Nuestra Señora de los Buenos Aires, bien temprano y fue el primero en llegar. Empezó a recibir y saludar a todos los invitados, pero estaba muy ansioso esperando a una de las protagonistas de ese momento: su mamá, la madrina de nuestra boda ¡y llegó tarde! Sólo tuvo 10 minutos de retraso, ¡pero fueron suficientes como para que él caminara por las paredes! Pasado ese momento, él entró a la iglesia con mi suegra, mi mamá y mi prima (porque ellas leían durante la ceremonia) y fueron a hablar con el sacerdote.
Cuando llegué, había muchas personas en la puerta esperándome. Incluso novias de esta comunidad que tanto me ayudó con los preparativos. ¡Yo estaba tan feliz que apenas podía hacer caso a lo que me decían! Era invierno y el día estaba tan soleado como siempre lo soñé (aunque hacía frío).
Se abrieron las puertas de la iglesia, sonaba en vivo la Marcha Nupcial de fondo, y mi marido se veía tan chiquitito ¡que no podía distinguir su expresión al verme! El pasillo era largo, y cuanto más caminaba, más me emocionaba. ¡Recién en ese momento caí en que me estaba casando! Mientras me acercaba, podía ver más detalles de su rostro y su felicidad era tan grande como la mía. Llegué hasta el altar, mi papá me entregó a sus brazos, y empezó la ceremonia.
El cura que nos casó fue diciendo algunas cosas al micrófono y otras nos la decía a nosotros en voz baja, nos reíamos y nos mirábamos. En nuestras miradas podíamos encontrar el amor que las palabras no llegaban a describir. Tal fue así, que en un momento decidió dejar de hablar y pasar al consentimiento matrimonial, porque dijo que sin dudas nosotros nos amamos. Al finalizar, salimos por el pasillo y los invitados nos saludaron y nos tiraron pétalos de rosas.
Llegamos a Vitreaux Recepciones, el lugar que hizo realidad nuestro sueño, practicamos por última vez nuestro vals y nos sacamos algunas fotos. Nos escondimos en la suite para poder ver a nuestros invitados a través de las cámaras del salón, y comer durante la recepción sin ser vistos. Luego pasaron al salón principal y nosotros nos escondimos detrás de una cortina. Vieron un resumen de nuestro civil, después escucharon un audio con nuestras voces en off adelantándoles que La Bella y la Bestia tendrían su primer baile junto después de haberse casado, y entramos nosotros con la canción de la película y empezamos a bailar nuestra coreografía.
Toda nuestra fiesta tuvo detalles de La Bella y la Bestia, y estuvo llena de sorpresas para nuestros invitados. Hicimos las típicas ligas, sólo que en lugar de llevarlas en las piernas de la novia ¡las tenía puestas el novio! Las cintitas para las solteras estaban en una piñata en la que ¡todas ganaban un anillo, pero sólo uno era diferente! Para los niños, además del clásico kit infantil, rompimos una piñata con golosinas. Durante la mesa dulce pusimos cajitas para que los invitados pudieran llevarse una porción de la torta de boda, que fue un éxito total ¡no sobró ni una sola porción!
Pero no sólo los invitados se sorprendieron, ¡nosotros también! Ambos nos habíamos preparado sorpresas mutuamente, así que durante la fiesta se develó el misterio. Él pudo disfrutar de un video, que yo había preparado junto con sus alumnos de taekwondo y una hermana suya que vive muy lejos y que no pudo venir. Se emocionó hasta las lágrimas y ese momento sólo fue captado por las cámaras de algunos invitados que estaban ahí y que compartieron sus imágenes en Wedshoots. Después, la que se sorprendió fui yo. Se encendió la pantalla con una imagen congelada de él, en la casa de la madre, cuando aún vivía ahí (podía darme cuenta por la disposición de los muebles). Comienza el video con él hablando, diciéndome "¡Felices seis meses de novios! Hoy es el día en que me dí cuenta que me voy a casar con vos.". Sentí una emoción tan grande al saber que él había estado preparando mi sorpresa desde hacía tanto tiempo y que siempre supo que se quería casar conmigo, ¡que yo también me largué a llorar!
Todo casamiento tiene sus sorpresas espontáneas y el nuestro no fue la excepción. Tiramos el ramo para las solteras y ¡lo ganó una niña! Que decidió también tirarlo ella y lo terminó ganando mi cuñada. También tiramos un whiskey para los solteros (aunque hubo algunos colados que no eran solteros) y ¡lo ganó un niño! Así que nos comentaban por lo bajo que eso debía ser una señal de que pronto se agrandará nuestra familia. Por otro lado, pusimos en cada mesa un instructivo del juego del zapato ¡y nos divertimos mucho con las preguntas que nos hicieron!
La comida fue riquísima; la música, espectacular; la atención, magnífica y nuestra boda, mágica. Nuestros invitados siguen comentando lo bien que la pasaron, y nosotros nos seguimos emocionando con cada foto y cada video que vemos.
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