El casamiento de Batu y Orgui en Quilmes, Buenos Aires
De noche Primavera Naranja 3 profesionales
B&O
19 Oct, 2019La crónica de nuestro casamiento
Parece tan lejano, pero sólo pasaron 3 meses. Desde el primer día la consigna fue que queríamos tener un casamiento original, de esos que los invitados no olvidan, pero ¿cómo? ¿qué hacer para que lo fuera? Leímos montones de páginas, miramos muchísimas ideas, y a muchas le encontramos la vuelta para hacerla nuestra, para que esa noche tuviese nuestro sello. Así comenzamos lo que fueron 18 meses de preparativos que, aunque parezcan mucho tiempo, resultaron no ser tanto como uno creería.
Estoy convencida de que lo más difícil fue precisamente encontrar la identidad de nuestra fiesta. Saber qué temática queríamos que tuviera, y dentro de lo que nos gustaba acomodarnos a lo que nuestra economía nos permitía. Realmente no sé cuánto fue lo que finalmente gastamos, pero comenzamos con un presupuesto de entre 100 y 150 lucas, y terminamos arriba de las 250 seguro. Fue muy difícil pagar todo y entender que los pequeños gastos también suman, ese detalle de 2 o 5 lucas que crees que no es mucho también te va a sumar en el número final, y si hay algo que a mí en lo personal me encanta son los detalles, así que busqué muchísimos precios para poder cumplir con la mayor parte de lo que soñaba.
Seguir leyendo »El resultado no fue cómo queríamos, fue aún mejor, los invitados se fueron diciendo "fue tan ustedes la fiesta", y nosotros la disfrutamos al máximo, aunque siempre hay cosas que uno en retrospectiva evalúa y si pudieras volver atrás las modificacarías, como por ejemplo no dejar nada para último momento, aunque inevitablemente hay cosas que no se pueden hacer con tiempo, pero encontrar la forma de adelantar lo más posible es algo que cuando llega el día te alivia un montón. Y esto último me da pie a contar lo que fue ese mismo día, en el que todo lo que creías tener controlado te pone a prueba.
Comenzamos el día a las 7 de la mañana, sin despertador, no hizo falta, la ansiedad hizo lo suyo. El día anterior nos habíamos casado en el Registro Civil de Quilmes y fue lindo, pero distinto a cómo lo imaginamos. Nos tocó un juez de paz con muy pocas ganas de casar gente, y eso la verdad que te puede tirar bastante abajo, pero bueno, son de esas cosas que no se pueden controlar. Otra de las cosas que no se puede controlar es el clima, si bien nos tocó un día de sol a pleno, también había viento a pleno, por lo que sacar fotos lindas fue realmente difícil, todo el tiempo tenía que sostenerme el vestido para que no se me vea nada, y lo peor es que había preparado unas bolsitas para que en vez de tirarnos arroz nos tiraran popurrí de flores, pero con el viento fue muy difícil que sucediera el efecto que tanto había buscado.
En fin, volviendo al día de la fiesta, a primera hora estábamos levantado y con algunas cosas que hacer, por ejemplo, los centros de mesas no estaban ensamblados, ¿por qué? porque eran pesados y ocupaban mucho espacio, así que no hubiera tenido espacio para guardarlos si los hacía con tiempo, por lo que adelanté todo lo que pude y dejé los últimos detalles para el mismo día, error. Además cómo subestimando aún más al tiempo se me ocurrieron cosas para hacer a último momento que en mi cabeza no llevaban mucho tiempo, pero el tiempo es muy, muy valioso cuando estas a horas de la gran noche. Así que arranqué a hacer esos detalles y a terminar las bolsas para dividir el carioca, que por motivos que no recuerdo también dejé para ese mismo día. Terminamos las cosas que podíamos hacer en casa y salimos corriendo a lo de mi vieja, en donde estaban guardadas la mayor parte de las cosas, salimos más tarde de lo esperado, claro está, y teníamos que correr porque a determinada hora pasaba un pequeño flete a buscarnos para llevar todo al salón. ¿Qué cosas salieron mal?:
- Tras haber salido tarde de nuestra casa ya el día comenzó con el tiempo en negativo.
- Había comprado las flores en un mayorista y una de ellas me dijeron que se tenían que abrir pero que para el sábado iban a estar listas, jamás pasó, las flores no se abrieron y tuvimos que salir corriendo a conseguir dónde comprar. Era la tarde previa al día de la madre, y aunque eso parezca favorecedor, no lo fue, nadie vendía flores en cantidad y los precios estaban ultra inflados. Segundo retraso.
- Tenía que pegar las botellas en las bases de madera (centros de mesa) para lo cual me habían vendido un pegamento universal, el cual no funcionó, tuve que pegarlos con la pistolita, que lo pegó, pero se despegaban muy fácilmente. Tercer retraso.
- Teníamos que llenar 60 botellitas con cerveza (souvenirs) lo cual no habíamos hecho antes para que no se les fuera el gas. Esta tarea fue más difícil de lo esperado, así que cuarto retraso.
- El quinto retraso fue no haber dividido el carioca con más tiempo. Sé que parecen ser cosas que no llevan tiempo, pero guarda, porque se podrían sorprender de lo que se demora.
- Llegó el flete, cargamos todo, las botellas se despegaron todas. Llegamos al salón y estaban desarmados los centros de mesa, y además, con el calor de la camioneta se me empezaron a marchitar las flores. Mi novio tuvo que salir corriendo a conseguir un pegamento que sirva para arreglar eso, compró uno en una ferretería, pegaba bien, pero como parte negativa era de los pegamentos que tenés que mezclar dos componentes, lo cual es incómodo y lleva tiempo. sexto retraso.
Para que puedan visualizar la situación eran las 19:45 y seguíamos en el salón, a la maquilladora y demás los habíamos citado a las 19:30, hora en la que teníamos que ya estar bañados, todo muy hermoso. En conclusión, la entrada que tenía que ocurrir a las 22:15 ocurrió a las 23hs. Como parte positiva los nervios nos duraron hasta que comenzó el 'show', a partir de ahí fue todo disfrute. Teníamos planeada una entrada bailando, con la idea de que inicialmente nadie nos salude, sino que todos salieran a bailar con nosotros, elegimos la canción "Razón" de Los Caligaris, y lo que ocurrió fue que no sólo la gente salió a bailar, sino que armaron un trencito alrededor nuestro. Parece una pavada, pero fue uno de los momentos más lindos de la noche.
Lamentablemente casi inmediatamente después de sentarnos ya tuvimos que salir a bailar el vals, porque bueno habíamos entrado 45m tarde. Para este momento elegimos bailar un rock ("Noche de hoy" de Ciro y los Persas) lo cual disminuyó bastante la gente que nos sacó a bailar, pero igual no nos arrepentimos de que así haya sido. Luego de eso se abrió la primera tanda de baile con "Juan el cartero" de Los Charros. Puntualmente en nuestro caso le dimos muchísima importancia a la música, le dedicamos un buen tiempo y valió la pena, a la gente le gustó mucho el estilo que elegimos. Como consejo, no esperen que el DJ les haga caso en todo, en algunas cosas sí y en otras los va a ignorar, para que se den una idea nosotros elegimos con qué tema se habría cada pista y el carioca, el tema del brindis, e hicimos lista de temas que no podían faltar, y otros vetados. Lamentablemente la tercera tanda de baile nunca existió, pero bueno, sepan que esa noche muchas cosas no va a ser como esperaron o tenían acordado, pero no es una noche para hacerse mala sangre, sino para disfrutar al máximo.
Otras cosas que nosotros hicimos distintas fue por ejemplo las cintas, eran mixtas y en vez del típico dije mandamos a hacer destapadores personalizados, ya que todo tenía la temática Pizza y Cerveza, y el que ganó se llevó un fernet. De la misma manera nos manejamos con el ramo, fue mixto y la persona que lo agarraba se llevaba un fernet. Por último, para el carioca elegimos disfrazarnos, yo puntualmente usé el disfraz de mi despedida de soltera, pero bueno, él no se animó así que se compró un disfraz de Goku, todo muy bizarro, como lo habíamos imaginado.
La verdad es que la noche de tu casamiento es única y emocionante, personalmente todo fue como un abrir y cerrar de ojos, sin darme cuenta se me pasó toda la noche, y siempre la recuerdo con nostalgia porque son de esos momentos que quisieras que duren 15hs. Mi mayor consejo siempre es que disfruten, que es un momento para celebrar el amor, no para pasarla mal ni para quedar bien con nadie, sólo para disfrutar.
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