El casamiento de Celina y Franco en Rosario, Santa Fe
De campo Otoño Verde 3 profesionales
C&F
06 Abr, 2019La crónica de nuestro casamiento
Soy la parte que menos se suele leer. Soy quien más expectante estuvo desde el primer minuto en que me levanté. Y sí, pues había llegado el momento y sabía que en la casa de sus padres estaba mi prometida comenzando su día con todos sus preparativos. Y el interrogante de cómo se había despertado mi futura esposa se hacía cada vez más intenso.
El día amanecía con un par de nubes tiñendo de blanco el cielo soleado que por encima se resguardaba. Pero el clima tenía promesas de buen trato, luego de haber amenazado y descargado su llanto toda la semana anterior. Y así fue, cumplió con su promesa. Luego de levantarme, me vi obligado a llamarla y despejar las dudas de la cantidad de nerviosismo que podía haber del otro lado. Todo parecía estar como si fuese un día más. ¡Qué alivio! Entonces, procedí a desayunar (en la medida que los nervios también me lo permitían), darme un baño y calzarme el traje de novio.
Se aproximaba la hora de la iglesia, encaré el auto y allá vamos (previo a pasar a buscar algunos familiares). Atravesar la ciudad me generó más nervios que decir acepto ante el juez civil el día anterior. Cual ley de Murphy, 45 minutos más tarde estaba arribando a la iglesia "Parroquia San Ramón Nonato" (un día normal y sin casamiento de por medio me hubiese llevado 25 minutos).
Seguir leyendo »Aquí comienza la verdadera historia. Simple y cortito, ¡casi me caso con una extraña! Al arribar a la iglesia, luego de dar un par de vueltas para conseguir estacionamiento, veo que había poca gente en la puerta, me apuro, estaciono y camino raudamente hacia el establecimiento. Arribando y nublado por los nervios que se hacían cada vez notar más, observo una chica vestida de novia, medio rubiona se baja de un auto y enfila las escalinatas de la iglesia. Por dentro mío decía "¡no puede ser! ¡tengo que llegar al altar!". Troté veloz por las escaleras, escucho un grito amigable que decía "¡pará que no es tu casamiento!". En síntesis, se había atrasado la novia anterior y demoró nuestra boda. Por ende, toda la gente que no veía y que debía estar, estaba, pero a la vuelta de la esquina.
Bueno, no lo quiero hacer más largo. Esa fue la historia más loca de la fecha. El resto... inmejorable. El clima se mantuvo estable, dejando un día soleado maquillado por un par de nubes y la temperatura ideal para tener algo encima sin necesidad de sacarse todo. La boda en la iglesia, super acogedora, se tornó sumamente emocionante y ya no quedaban vestigios rencorosos de la demora que nos provocó la boda anterior. Sólo éramos nosotros dos acompañados de todos (o casi, siempre falta alguno más) los que deseábamos que estén allí.
Fin de la boda, salimos de la iglesia, bajamos por la escalinata y, luego de "¡foto, foto!" "¡una selfie!" "foto con el tío" "foto grupal, ¡vamos que nos vamos!", nos subimos al auto de mi suegro ¡y a la fiesta! Llegamos al salón "La Delfina Eventos". Hermoso, indescriptible para hacerlo con palabras. Salón de campo en las afueras de Rosario. La gente arribando y nosotros esperando que terminen de llegar todos arriba del auto en el ingreso al predio. Llega el último y allí vamos. Otra vez los nervios. Pero ¿por qué si ya estábamos en el baile? El ingreso al parque iba a ser en moto (y así fue) y el miedo de que se atore el vestido y arruine el gran momento se venía a mi mente. Pero dijimos "¡dale, vamos!", encendí las balizas, puse primera, ¡y arranquemos! Y nada malo sucedió. El ingreso fue perfecto y la recepción mejor aún. Todos esperando nuestra llegada con la sensación de que iba a ser una gran fiesta.
Y así fue. No hubo momento en el que no se la haya pasado bien. Todos demostraron su felicidad, como si fuese nuestra. No se puede describir lo que sentimos durante toda la fiesta. Y no solo de los invitados, sino de todo el personal que nos rodeaba, mozos, fotógrafos, representantes del salón, etc. En fin, el día que exista la máquina del tiempo, vuelvo a elegir ese día y todos los mismos ingredientes.
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