El casamiento de Christian y Agustina en Córdoba, Córdoba
De noche Verano Blanco y negro 1 profesionales
C&A
11 Nov, 2017La crónica de nuestro casamiento
En una palabra, ¡la experiencia más hermosa y perfecta de mi vida!
El día previo fue hermoso porque ya estaba toda mi familia del norte (papá, hermano, mujer de mi papá y mis dos primas en casa), así que arrancamos temprano. Nos fuimos a desayunar a Johnny B. Good con mis primas, después me acompañaron a hacerme las uñas y después volví a casa y me quedé dormida.
Al otro día arrancamos temprano a eso de las siete. El flete venía a las ocho y media así que nos cambiamos y empezamos a bajar todas las cosas para cuando llegue el flete (vivimos en un departamento). Nunca me imaginé la cantidad de cosas que eran. Llegamos al salón, bajamos todo y arrancamos a decorar, toda una buena onda con los chicos del salón, tenemos más pilas que no sé qué. Cantaba, iba de acá para allá como si no pasara nada esa noche, super relajada, muy, muy feliz me notaba. Pensé que nos llevaba menos tiempo, pero estuvimos hasta las 13 desde las nueve de la mañana. No terminaba más de sacar cosas y cosas. Después fuimos al departamento, comimos volando y a las dos y media estábamos en el Holiday Inn.
Seguir leyendo »Después de eso Chris, mi marido, se fue a la casa de sus papás a cambiarse, yo me fui a nuestra habitación (porque teníamos dos, una de mis papás y hermana y la nuestra) con mi hermana. Nos pedimos una super merienda y merendamos solas mientras mi mamá ya se empezó a peinar con mi maquilladora. Después me fui a hacerme masajes, volví y me peinaron y maquillaron a mí, después vino el fotógrafo hicimos fotos, a eso de las ocho y media de la noche llegó mi amigo con su auto, estaba reluciente nos subimos y fuimos para el salón. Lo único malo de esa noche, un pequeño detalle, fue que la jueza llegó media hora tarde ¡así que tuve que esperar adentro del auto! Chicas, cero nervios, jamás tuve nervios ni un solo segundo, al contrario, todos estaban nerviosos menos yo, adentro del auto sacaba fotos, miraba Instagram, estaba super segura y relajada.
Por fin llegó la jueza, entré y mi hermana iba adelante tirando pétalos y se emocionó mucho cuando llegó, que se largó a llorar, ¡eso me contaron después y me emocionó muchísimo! ¡Es tan chiquita!
Como la jueza estaba tardísimo, ¡nos casó al palo! Yo miraba a dos de mis amigas y estaban duras para no llorar y yo me les reía en pleno civil. Yo tenía 4 testigos (3 amigas y mi tía, y mi marido dos mejores amigos).
Y ahora sí arrancó toda la emoción, no les puedo explicar cómo me sentía cuando dijimos “sí”, nos dimos un beso, y salimos. Fuegos artificiales, arroz, pétalos y las estrellitas, ¡era mágico, me sentía como una reina (y todo el camino iluminado por velas). La gente se nos tiraba encima para saludarnos, ahí casi lloro porque de todos mis amigos no faltó ni uno, ¡tuvimos casi asistencia perfecta de todos! ¡También fue muy genial ver el dron que volaba encima mío!
Después entramos al salón super relajados y arrancamos a saludar mesa por mesa y a charlar con todos. Arrancó la cena, nos sentamos, (¡estuvo de mil lujos la comida! Nos dieron mucho más de lo que había en el contrato, ¡me fascinó!). Comí todo, me gustó como lo sirvieron medio gourmet, era algo que no estaba planeado así y fue como un regalo del salón, (tuvimos muchísima buena onda con la gente del salón antes, y jamás pedimos algo, fuimos a pagar antes de lo previsto y a dejar todo listo un mes antes, creo que fue por eso) así que ya ahí estaba más que feliz, la gente repetía, me dejó super tranquila. Al rato repartieron los palos de selfie por mesa y todos estaban con eso, a los nenes los libritos con crayones.
Más tarde nos levantamos de nuevo a sacarnos las fotos mesa por mesa, después pasamos el video que tuvo una pequeña falla, pero no importó, ¡porque se emocionaron igual! Hicimos el juego, se reían porque dos de mis amigos, uno locutor, lo dirigieron y lo hicieron, pero de lujo, me sorprendieron. Se pusieron a interactuar con la gente, les hacían pregunta y todo el salón contestaba y se reían si no acertaba. Me dio mucha gracia la pregunta de: ¿quién maneja más rápido? Y todo, pero todo el salón, respondió: “Agustina”, esa la sabían todos.
Después habilitamos la mesa dulce y llegó la cascada de chocolate. ¡Se vaciaron el candy bar, literal! ¡El salón nos regaló tartas y la torta y nosotros habíamos llevado la torta más cinco tartas, ¡una locura de comida! Muchísimos firmaron el libro y después la cabina de selfie que no llegamos a sacarnos con todos, pero había una fila tremenda, lo bueno es que estuvo toda la noche, así que hasta el último se sacaban fotos, ¡y me sorprendió también como habían hecho para poner nuestros nombres y el fondo para las fotos impresas! ¡Muy lindo!
Después tiré el ramo, que lo agarró mi cuñada así que estaba chocha ella, ¡e hice lo de las cajitas (cintas) que sacó el anillo la novia de un amigo!
A eso de la una arrancó el vals, fue hermoso, volaban los papelitos plateados, bailé con todos mis amigos, familia, familia de Chris, una locura, se vivió muchísimo amor en el ambiente, y arrancó el bailongo, fue literal una locura, ¡con Chris esperamos que se llene la pista y nos fuimos a cambiar! ¡Y arrancamos con el cotillón! Mis amigas me decían: “no saques todo tan rápido” y yo les decía “tengo 6 bolsas más”. Se mataban de risa, el cotillón fue lo que más hincapié hicimos, todos tenían muchísimas cosas copadas, anteojos Ray Ban, cotillón inflable. Después repartimos las bolsas y las remeras, por suerte pudimos comprar para casi todos los invitados así que andaban todos con las remeras. Había también los tubitos para tirar corazones así que andaban con eso y con serpentina para todos lados, se mataban de risa.
Tema alcohol, todo el mundo hablaba de eso, fue una locura lo que tomaron, pusimos 3 vasos distintos: vidrio, copas, tragos largos, la gente no paraba de decir que había muchísimo alcohol, en la barra pusimos una lista con todos los tragos que había y al final sobró tanto que regalábamos champagne, campari, vodka, ¡speed a todo el mundo! Así que imagínense las caras de todos de felicidad (¡nosotros no tomamos alcohol! ¡Por eso regalamos!). También sobró vino que le di a mi papá para que lleve al norte y a mi otro padrastro y otros nos quedamos nosotros para alguna juntada (igual sigo sin entender por qué sobró tanto) estaban todos tímidos con el alcohol, ¡Chris iba a la barra veía a alguno y le decía vacíale la botella de champagne en el trago largo, llévate todo, ¡era un descontrol! Bailamos un montón, Chris más con su grupo de amigos y mis amigos que son varones. Yo mute por toda la fiesta, casi al último llegaron los carritos de helado y algodón de azúcar y fue lo más, todo el mundo haciendo cola y bailando comiendo eso. Después terminó todo, repartimos los souvenir, ¡que también había una banda! ¡Casi dimos uno por persona! Era una docena y media de chocolatitos y la gente se iba cargada de cosas, me reía mucho, bueno me repasé con todo lo que conté, pero la verdad tanto esfuerzo, tanta organización y plata valió cada centavo ¡y muchísimo más! Fue realmente una noche mágica, descontracturada y super divertida, la gente se fue como esperaba, ¡sorprendida!
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