El casamiento de Diego y Daniela en Moreno, Buenos Aires
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D&D
21 Feb, 2021La crónica de nuestro casamiento
¡Sí, es increíble que haya llegado este momento, pero finalmente acá estoy, escribiendo la crónica de mi casamiento!
Aviso de ante mano que voy a contarles todo y subir mil fotos. Ja, ja, ja
Empiezo por el principio, principio...
Originalmente nos casábamos el 07/12/2020 en un salón muy lindo que era cerrado y tenía un parque grande, lindo, con una fuente, un puentecito, decoración… ¡hermoso! Para nosotros era el lugar perfecto porque era cerca y nos permitía hacer la ceremonia en el salón. Lo único que teníamos que hacer era ir a la fiesta, porque los encargados del salón nos hacían todo… Pagamos el salón completo, y a la semana pum, ¡Pandemia! En octubre 2020 coordinamos nueva fecha, para diciembre 2021. Después de reservar, me avisan que íbamos a tener que pagar el doble por la mitad de los invitados (una locura)… Así que lo analizamos y en noviembre decidimos cancelar el salón porque era imposible hacerlo (ahí empezamos con idas y vueltas para que nos devuelvan el dinero, pero eso va para otro capítulo).
Seguir leyendo »A mediados de diciembre vimos una luz de esperanza: averiguamos en un salón que es realmente hermoso. Era un club hípico, así que se imaginarán que el parque era gigante. Dijimos “listo, es al aire libre y el lugar es enorme, no vamos a tener problema”. Cerramos trato para hacerlo. Ahí me di cuenta de que tenía menos de dos meses para hacer varias cosas, porque el salón me daba sillas, mesas y algunas cositas, pero el resto tenía que hacerlo yo… ¡Pero puse manos a la obra y empecé!
Nos casábamos el 21/02… El lunes 01/02 a las 10 am me llaman del salón diciéndome que ¡no podíamos hacer el evento! No se imaginan cómo se me vino el mundo abajo en ese momento… a 20 días.
Listo, abandonamos. Decidimos hacer solo el civil y más adelante si se podía haríamos un festejo, si no nada. Realmente queríamos casarnos y estar juntos y eso tenía más peso que la misma pandemia.
Unos días después comentando esto con la familia, una de mis tías me dice “¿y porque no lo hacen en la quinta?” (mis tíos tienen una quinta), la verdad a mí no se me había ocurrido y cuando me lo dijo me pareció una locura, porque es una quinta familiar, no está preparada para eventos y mi tía por el contrario, me dijo que no me la había ofrecido porque como es un lugar al que íbamos siempre, pensó que no me iba a gustar la idea.
Un segundo tardé en decidirme (se imaginarán) ja, ja, ja. Le mandé un mensaje a Diego y le puse (lo recuerdo textual) “En febrero te caso, tenemos la quinta de mis tíos”. Y ahí empezó la travesía: dos semanas para hacer absolutamente todo. Centros de mesa, decoración, conseguir catering, mesas, sillas, manteles, cubiertos, cuestiones de protocolo, y etc., etc…
El viernes 19/02 nos casábamos por civil... peeeeero. El martes 16/02 me llaman del registro civil diciéndome que ¡no podíamos casarnos el viernes! (casi muero en el teléfono en ese segundo), pero une vocesita lejana me dijo “lo pasamos para el jueves” (Respiré!)
¡Jueves 18/02: El civil!
Hicimos unas tarjetitas que subimos a los estados y enviamos a personas especiales para que puedan participar de la transmisión en vivo de nuestro civil.
Nos casamos en el registro civil de Villa Bosch. Solo pudimos entrar novios y testigos, pero el resto de nuestros familiares nos esperaban afuera. La ceremonia fue muy linda, porque la jueza es un amor. No solo cumplió con las formalidades del casamiento, sino que también dio unas palabras, nos contó de su hermosa experiencia con el matrimonio, después nos hizo decirnos unas palabras a ambos.
Y después de todo esto: “sí, quiero…”
Salimos y nos esperaban afuera con arroz teñido de colores (sí, también eso hice).
Maniática, nivel 1.000, preparé souvenirs para el civil, que son unos corazoncitos que sirven como señalador (tienen como una solapita atrás que se engancha en las hojas)
Finalmente el domingo 21/02/2021 pudimos festejar nuestro casamiento en la quinta de mis tíos y con la familia más cercana y muy poquitos amigos (los más especiales, los de siempre)…
Debo confesar que no me gustaba para nada la invitación digital, pero por motivo de pandemia, creo que fue lo mejor.
Y ahora sí: la ¡fiestaaa!
Mi mamá fue mi maquilladora y ella me hizo el ramo y los arreglos florales de todo el casamiento.
Y yo me hice unas zapas para cuando quisiera sacarme los zapatos.
Como conté en varios debates, mi abuela me hizo el vestido. No saben lo que me pasó. Con la locura y nervios que pasé los últimos días antes del casamiento, esa semana bajé 3 kg (sin hacer nada y comiendo normal). ¡Y el día de la fiesta, el vestido me quedaba grande!
Mandé a hacer un cartelito que se puso en la puerta de entrada de la quinta.
Hice conitos con pétalos para tirarnos a la salida de la ceremonia y un cartoncito que adentro tenía un pañuelito de papel, solo apto para lágrimas de felicidad. Se puso uno en cada silla y se le entregó también a algunas de las personas que quedaron paradas.
A la misma persona que me hizo el cartel de la puerta, le pedí que me haga algunos con frases para poner en el camino de la ceremonia.
¡Como verán en una de las fotos más adelante, me puso el anillo en el dedo que no ibaaa! Ja, ja, ja morimos de risa todos en ese momento.
Terminó la ceremonia: se olvidaron de decirnos “puede besar a la novia” y nosotros no nos dimos cuenta tampoco. Empezamos a caminar y la gente empezó a decir “¿y el besoo?”, y bueno, salió una foto rara, pero algo salió! ja, ja, ja
Después fuimos a sacarnos algunas fotos de nosotros. El fotógrafo nos decía “dense un casi beso” y yo no podía con la risa.
Para los centros de mesa compré unos tarros tipo mermelada, pero grandotes y les hice unos detalles. Los puse sobre una base de madera y mi mamá preparó los arreglos florales.
El nombre de la mesa lo imprimí sobre un papel marrón y, en lugar de poner números, pusimos frases descriptivas de los integrantes de esa mesa: ej: “mesa de los amantes del café, mesa de los charlatanes, etc…”; el cartelito lo puse apoyado de un corcho cortado a la mitad; y al lado pusimos un cartelito más que tenía el nombre de la mesa y los integrantes.
Para identificar las copas corté rodajitas de corcho y le puse las iniciales de cada invitado, las barnicé para que no se borre lo escrito y con hilo sisal finito las atamos a cada copa: (sí, me volví loca).
También preparé unas botellitas de alcohol en gel y le puse un “sticker” que diseñé con nuestros nombres y la fecha.
Maniática, nivel 10.000: preparé un “comecocos” para cada uno de los invitados… Iban sobre los platos y cada vez que se abrían había un dato sobre nosotros: dónde fue nuestro primer beso, cómo nos conocimos, quiénes fueron nuestros testigos, entre otras.
Le hice un regalo muy especial a Diego… Él es hincha de Chacarita, y su ídolo es uno de los jugadores. Sin que él supiera, contacté a su ídolo y él me hizo un videíto saludándolo por el casamiento y le compré una remera de Chaca y él me la hizo firmar por varios de los jugadores y le hizo una dedicatoria. Creanme que Diego no se la esperaba y se súper sorprendió y emocionó.
Como no se podía bailar, decidimos hacer una coreo de música country (como el estilo del casamiento era rústico y fue en una quinta, quedaba genial con eso). Mi prima que es profe de danza la hizo y pusimos a todo el mundo a bailar, total el baile era individual y estaban separados.
Nuestros souvenirs fueron algo "normal" pero muy especial y significativo para nosotros. Mandamos a hacer mates con el dibujito de una pareja sentada en un banquito. ¡Porque así fueron nuestras primeras salidas: íbamos a tomar mates a una plaza!
Para la mesa dulce y torta mandamos a hacer unos muñequitos con la temática de nuestra ropa, y quedaron muy parecidos. ¡La gente se mataba de risa; además porque al de Diego le agregamos un pantalón corto y una pelota, porque ama jugar al fútbol!
Hicimos una especie de carnaval carioca: yo me hice a mano todas las cositas: gorros, corbatas, boas, vinchitas.. Algo que nadie esperaba y estuvo genial: en lugar de cotillón, compramos un pomo de espuma por cada invitado. Yo me llevé a las mujeres a un costado y Diego a los hombres.. y se armó una reee guerra de espuma. Todo el mundo lo súper disfrutó.
No quiero extenderme más, y agradezco si llegaron hasta acá. Creanme que pasamos por mucho. Nos cancelaron varias veces, se nos cayeron muchas cosas, tuvimos que organizar un casamiento en 2 semanas, muchas cosas no salieron como yo esperaba…
Pero así y todo fue perfecto.. Todo salió hermoso. Todo el mundo lo súper disfrutó!
Mi consejo es que no esperen a que esto termine.. Lo importante es que puedan estar juntos y celebrar su amor al menos con una pequeña cena familiar.. Más adelante vendrá el gran festejo; pero no dejen pasar el tiempo porque créanme que casarse con la persona que aman y poder vivir su vida juntos es lo más lindo que pueden sentir..
Gracias Comu por haberme acompañado en todo este tiempo y proceso que fue tan importante para mí!
Se ganaron un lugar muy especial en mi corazón, y acá voy a seguir siempre con ustedes!!
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