El casamiento de Ezequiel y Mariel en Rosario, Santa Fe
De noche Verano Beige 3 profesionales
E&M
11 Mar, 2017La crónica de nuestro casamiento
¿Cómo contarles de nuestro gran día? Fue hermoso, llenos de momentos emotivos, inolvidables, alegrías, amor puro, risas, lágrimas de felicidad. Amamos marzo, porque es nuestro mes, nuestros días, donde hubo mucho festejos y también celebramos nuestros cumpleaños en la boda. ¡Para nosotros fue completo! Paso a contarles en detalle cómo fue nuestra boda.
Todo empezó desde el viernes, que nos casábamos por civil. Nos levantamos muy temprano, tomamos unos mates y nos pusimos a hablar un rato, recordamos miles momentos, anécdotas, todo el camino juntos durante años...
Llega sábado, ¡llegó nuestro gran día! Arrancamos desde muy temprano con mucha lluvia. Revisé e hice checklist de las cosas preparadas por si nos faltaba algo. A las 12 del mediodía, vino a casa a peinarme mi amiga Danny que es peluquera.
A las 14 hrs termina de peinarme y me colocó el tocado, me veía al espejo y me hizo un peinado re divino, ¡no veía la hora de verme toda una novia!
A las 15 hrs, finalmente me vino a buscar mi cuñada, agarré las cosas y partimos al hotel, que ella y mi hermano nos regalaron la noche de boda. Al llegar al hotel, nos recibieron re lindo, me felicitaron y subimos a la suite ya para empezar a prepararnos para la gran noche. A mi cuñada que elegí que fuera la madrina de mi boda, la peiné, tomamos, nos reímos un rato, comimos cosas dulces para matar tiempo ya que estaba muy ansiosa. Mi reciente marido con mi hijo se fueron a preparar a la casa de mi hermano.
Seguir leyendo »A las 17:30 hrs, llega Pau (la fotógrafa) y comenzamos a prepararnos, me maquillé sola, que gracias a Florencia, me enseñó cada paso del maquillaje. Mientras me maquillaba, me veía cada vez más bonita y justamente Pau me fotografiaba ese lindo momento.
Ya son las 18 hrs, finalmente llegó el momento de ponerme mi ansiado vestido de novia que estaba muy ansiosa, ¡ya no veía la hora! Mi cuñada me ayuda a ponerme el vestido, el collar y los aritos, ya estaba lista para verme al espejo.
Cuando me veo al espejo, por primera vez, realmente toda una novia... ¡No podía creer que estaba por casarme! En mi vida, nunca me imaginé usar un vestido de novia, pero se hizo realidad. No podía creer lo que veía, me veía realmente distinta, radiante, una novia hermosa.
A las 19 hrs, Pau se fue a la iglesia "Basílica San José" a hacer su trabajo y vinieron a buscarme Florencia y Mauro que son los padrinos de nuestra boda. Cuando salgo de hotel, se largó la lluvia otra vez y dije oh, por miedo a arruinarme el peinado y no poder hacer las fotos después de la ceremonia. Entonces entré al auto muy feliz porque ¡ya quería ver al novio!
Cuando llegamos a la iglesia llamada "Basílica San José", estaba muy feliz de haber elegido esa iglesia, porque ahí en la familia, algunos nos bautizamos, se casó mi madrina y yo era la siguiente de dar el sí en esa valiosa iglesia. Esperé unos minutos adentro del auto, muy tranquila, no estuve para nada nerviosa, deseando que no llueva más, pensaba en mis 4 viejitos que físicamente no están pero si están siempre conmigo. Termina de llegar los invitados y me llaman para empezar la ceremonia, me bajo del auto y lo veo a mi hermano esperándome en la puerta, quien me llevaba al altar tan emocionado y contento, porque se estaba por casar la hermana mayor. Tomo un respiro, abren la puerta, suena la música y entra mi sobrina que es mi cortejo, ya que mi hijo también tenía que entra pero se fue corriendo por alrededor de la iglesia, menos mal que no les dieron las alianzas (risas). Entro con mi hermano, y veía ahí al hombre de mi vida, tan hermoso, tan bonito con traje de novio, tan contento y emocionado, yo tan feliz, sonrisa de punta a punta porque me estaba por casar con el hombre de mi vida, el padre de hijo, con quien voy pasar toda la vida con él. Llego al brazo del novio, le quise dar un beso en el cachete pero me corrió la cara diciéndome: todavía no, todavía no se puede. ¡Un amor, nos reímos todos! Y comenzó la ceremonia. Dimos el sí, intercambiamos las alianzas, sonó el Ave María, nos declaró Marido y Mujer. Salimos de la iglesia super felices, porque se terminó todo, ya nos convertimos en flamantes esposos y comenzamos nuestras vidas de recién casados. Y paró la lluvia, sin dudas fue una hermosa bendición pero gracias a Dios que paró y pudimos hacer las fotos. Fuimos a las avenidas Pellegrini y Puerto Norte. Urbanas, bocinas, gritos, alegrías, saltos de amor, ¡realmente fue hermoso!
Llegó el momento de la fiesta. Nos recibieron con muchos aplausos, alegrías, gritos y el famoso ¡Viva los novios!. Las comidas calientes y riquísimos, las bebidas bien frías, los mozos impecable y muy buena onda, Marcela aparte dueña de salón, es la encargada, estuvo en todos los detalles y pendiente de todos los invitados, un éxito la verdad. Comimos bien, bailamos a full, cada vez que nos levantábamos de las mesas y terminamos de bailar, los invitados pegaban los gritos de ¡Viva los novios! (todos estuvieron alegres).
A las 01 de la mañana se habilitaron la barra y todos volaron a buscar sus bebidas y seguimos bailando ¡pero con el doble de alegrías y risas! Pasan el vídeo cronológico y luego cortamos la torta, brindamos, también mesas por mesas, de vuelta "¡Viva los novios!".
Era el turno de tirar ramo y fernet. Marcela me dice que no lo tire muy alto porque estaban los globos y dije bueno, cuento a la tres y pum, no logré de tirar un poco más bajo, así que algunas se mataron y se cayeron, tanto como los hombres que también se cayeron algunos, nos cagamos de las risas...Como a último momento decidí no hacer las cintas solteras, y yo ya había comprado los aritos, entonces decidí que a las solteras, las que no agarraron el ramo, a cada una les regalo un par de aritos de perlas y todas felices con pequeños detalles.
A las 3 de la mañana ya por abrir la última tanda que era el momento de carioca, mi hermano estaba jugando con mi hijo y de repente, se cae mi hijo de cabeza y se dio un golpazo fuerte que no paraba de llorar que enseguida Marcela y el barman actuaron rápido, fueron a buscar hielo y estaban con nosotros por si necesitamos ayuda... Como no dejaba de llorar mi niño, Marcela enseguida llamó a la ambulancia. Y mitad de invitados (familia) vinieron para ver cómo estaba y calmarlo, pero me hicieron poner un poco de nerviosa que miraban y lloraba más mi hijo por vergüenza, desde ahí le digo a Marcela no te preocupes por mí pero abrí la tanda con mi marido y acompáñalo a repartir el cotillón y me hizo caso, justamente vino la ambulancia y me fui afuera con mi hermano a llevarlo al nene, hasta que mi marido terminó de repartir el cotillón, se vino a la ambulancia, mi hermano pobre, lloraba y desesperadamente porque pensó que nos arruinó la fiesta pero nada que ver, a lo contrario. El médico nos dijo que no tenía nada, es solo un golpe más y un susto fue no más y entonces dijimos a mi hermano que ya está, fue un solo golpe, que no lloré más y sigamos disfrutando.
Volvimos al salón y seguimos disfrutando de la fiesta por supuesto, mientras mi niño estaba sonriendo y se fue a dormir tranquilo con mi cuñada. Seguimos disfrutando de la fiesta, nada nos impidió disfrutar y volvimos a poner el triple de alegrías y risas. Como se estaba por terminar la fiesta, sabíamos que se pasó volando el día, ningunos de nosotros ni nadie quería que termine nuestra boda pero iba a pasar... Se finaliza y como en la última foto, cerramos la fiesta con un beso, felicidad enorme y como no podía faltar el famoso grito: "¡Viva los novios!".
Así fue nuestra boda, como lo dejé detallado. Para nosotros, fue una boda más que soñada, con mucha alegría que más no podemos pedir. Porque hubo mucho amor, en cada detalle, hubo muchas alegrías y felicidad. Salió realmente todo hermoso y más de lo que soñamos. Valió la pena tanto esfuerzo, les pusimos mucho amor y muchas ganas, disfrutamos cada segundo de nuestra boda, estamos muy felices de que nuestros invitados hayan disfrutado.
Quiero que disfruten mucho de las fotos de Paula Barber que capturó cada bello momento e inolvidable, que reflejan emoción, amor, felicidad, alegría, risas, diversión, tal como lo relaté.
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