El casamiento de Fabio y Flor en Santa Fe, Santa Fe
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F&F
14 Mar, 2015La crónica de nuestro casamiento
¡Por fin llego el tan ansiado día! ¡Sorpresa! Nos casamos.
Temprano arrancó el día. Mi futuro marido fue hacia el salón a ultimar detalles, y yo a la peluquería. Terminé a tiempo para volver a casa, me esperaba la maquilladora y la diseñadora mi mamá hermana me acompañaron en ese momento ¡Estaba muy nerviosa! ¡Nada podía salir mal!
Cerca del mediodía y ya lista nos encontramos con mi futuro marido y su testigo en casa. Desde el departamento veíamos llegar a los invitados a nuestra fiesta de casamiento (vivo en la esquina del salón) sin que ellos supieran donde se dirigían ni que iba a pasar ¡Fuer hermoso!
El salón estaba hermoso ¡Todos los diy que preparamos durante meses realmente se lucían! Las mesas, la decoración, los living, el cotillón, el sector de niños todo quedó muy lindo.
Atravesamos el salón sin que nadie nos viera y el en patio nos esperaba la jueza ¡Al sonar la marcha nupcial se abrieron las puertas y los invitados nos vieron! Sus caras, las lágrimas, risas y gritos. Nadie lo podía creer ¡nos casábamos!
Seguir leyendo »Una vez pasada la euforia nos acomodamos y la jueza llevó adelante la ceremonia que fue muy sencilla y bella. Cada palabra realmente salía de su corazón. El tiempo acompañó durante la ceremonia del civil ¡Y una vez terminada recibimos miles de abrazos, besos y también reproches por no contar nada y esconder el casamiento!
De allí pasamos al salón nos ubicamos en las mesas y procedimos a almorzar. Hubo entrada de fiambres y ensalada rusa. Plato principal fue pollo a la parrilla con ensaladas varias. Postre cazata helada ¡Todo acompañado por gaseosas y un buen vino!
A los chicos les preparé una mesa pequeña en la que había crayones, lápices, fibras y libros para colorear personalizados con sus nombres. A ellos se les dio de comer copetines (papitas, chizitos, puflitos, pororós) y hamburguesas. Así que desde los más grandes hasta los más pequeños pudieron comer solos sin molestar a sus padres.
Más tarde y antes de comenzar con el baile entregamos unos presentes a la gente que nos había ayudado a llevar a cabo y guardar el secreto. Y también hicimos un pequeño sorteo con los demás invitados.
¡Y ahora si a eso de las 16 hs nos fuimos a bailar! Y bailamos y bailamos.
En algún momento alguien repartió el cotillón, los carteles del photo booth. La gente estaba contenta, feliz y eso me llenó el alma.
¡La mesa dulce dicen que estuvo riquísima, y los sándwiches más! Yo no probé nada, ni me entere en el momento que lo sirvieron.
Ya pasadas las 18 hs, comenzó a caer una llovizna hermosa, no mojaba acariciaba las mejillas. Y yo supe que era mi niña que desde el cielo me estaba llenando de besos y me acompañaba en ese día.
Nadie noto que llovía, en ningún momento entramos al salón ¡Todos siguieron bailando hasta las 20 hs, que nos pidieron del salón amablemente que nos retiráramos!
No hay palabras para describir lo feliz que fuimos, lo hermoso que estaba todo, lo bien que la pasamos. Solo queda regocijarse con los comentarios que nos siguen llegando aun, de personas que ni conocemos, de "un casamiento sorpresa que estuvo buenísimo".
PD: al llegar al hotel terminada la fiesta y mientras estábamos realizando el check-in una niña se paró con sus padres detrás nuestro y le dije susurró a la madre: "mira mamá, una princesa. Me gusta mucho su vestido".
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