El casamiento de Franco y Melisa en Mendoza, Mendoza

La crónica de nuestro casamiento

Más de lo que podría haber soñado.

Es raro planear un casamiento en medio de una pandemia. La incertidumbre a veces es abrumadora. Nos pasamos el 2020 soñando con un casamiento de día, relajado, en el que Dios fuera el centro. ¡Y así fue! Él nos regaló un día que superó todas nuestras expectativas.

Armamos equipos de mates con mates impresos en 3D. Tejimos sillas de macramé y un telón que hoy es el cabezal de nuestra cama. Pintamos botellas, carteles de madera, cajas. Armamos un libro de firmas con flores secas y lo pusimos en una cápsula del tiempo para abrir dentro de 10 años. Un amigo musicalizó todo con discos de vinilo. Otra amiga nos tejió almohadones a crochet, sobre los que nos arrodillamos para orar como matrimonio. Otros amigos nos hicieron la torta. Llevamos mesas de pingpong, juegos de mesa y hasta unos equipos de tejo. Llegamos al salón y nos fuimos en un 3CV amarillo.

¡Fue un día muy feliz! El principio de todo. El día más lindo de nuestras vidas. Hoy estoy casada con mi mejor amigo y todos los días me despierto en su abrazo. ¡Qué lindo, qué viva el amor!