El casamiento de Gus y Pau en Ituzaingó, Buenos Aires

La crónica de nuestro casamiento

Ese día fue genial, pero a las corridas, nos encargamos de cada detalle así q ese día retiramos las flores y nos fuimos al salón a armar los centros de mesa que habíamos hecho nosotros como cada detalle, como el salón tenía un parque hermoso, también hicimos la palabra “Love” en un tamaño grande para que en vez de hacer la tradicional foto de las mesas se hicieran en el parque con el cartel, también llevamos los souvenir y los vinos que quisimos poner aparte.

Seguramente en esta descripción se me van a escapar mil detalles, una vez que nos aseguramos que todo estaba encaminado mi hoy marido, se fue a la casa de su mama ya que el salía de ahí y yo de la nuestra, vino mi peluquera, maquilladora y un amigo que fue quien me guió en todos los detalles también. Estuve súper tranquila tomando mate con un recital de Sabina de fondo riendo con ellos y preparándonos para el evento, súper tranquila y relajada, pero cuando llegó mi hermano con el auto de novia, Dios mío, morí de nervios, verlo a mi hermano vestido de padrino (ya que mi papa falleció y mi mamá también, unos meses antes de la boda y utilicé en el civil un vestido de ella aggiornado por una modista para mí fue especial que así fuera). Así que ahí ya se me revolucionaron los sentidos estaba feliz y triste a la vez y había que controlar las lágrimas, nos fuimos a la iglesia, que se llama Jesús del gran poder en Parque Leloir, muy chica y hermosa y ahí estaban todas las personas que quería así que ahí cuando llegué al altar y lo vi a él, todo volvió a su lugar y empecé a disfrutar cada momento.