El casamiento de Marcelo y Mercedes en La Plata, Buenos Aires

La crónica de nuestro casamiento

Desde muy chica soñé con mi casamiento: me imaginaba un vestido como los de las princesas de Disney, una fiesta suntuosa, una ceremonia con muchos familiares y amigos, una luna de miel de ensueño, una noche de bodas apasionada e inolvidable. En marzo del año 2019 conocí a Marcelo, con quien a los poquitos días de conocernos nos comprometimos porque la conexión física, mental y espiritual fue absoluta. Con más de un año de anticipación empezamos a programar nuestro casamiento, reservando el salón en donde se realizaría el evento, contratando hoteles para nuestra luna de miel, comprando los pasajes de avión (somos de clase media, realmente nos costó muchísimo comprarlos), y reservando algunas otras cuestiones como por ejemplo decoración, etc. Este año sucedió que con la cuarentena estuvimos muchísimo tiempo sin vernos pero además tuvimos una desgracia adicional: falleció mi papá por un ACV y No nos dejaron despedirlo dignamente como merecía, ni siquiera su familia más allegada (mi mamá, mis hermanos y yo). Pasamos momentos emocionales extremadamente difíciles por este motivo, como así también económicos ya que en razón de la cuarentena me quedé sin trabajo y sin posibilidad de conseguir otro empleo (sigo en la búsqueda). No obstante ello, decidimos casarnos igual, intentando superar las adversidades que se presentaron y presentan, y recibimos el sacramento del matrimonio porque teníamos la convicción de que jurar nuestro amor ante Dios era una prioridad. A pesar de que estaba emocionalmente susceptible, y de que económicamente estamos pasando un momento demasiado complicado, no cambiaría absolutamente nada de lo que vivimos el 31 de octubre. Sin fiesta, sin el "vestido soñado", habiendo perdido plata por la reserva de la luna de miel que no vamos a poder hacer, complicados para conseguir una casa para alquilar de dos dormitorios porque vamos a vivir nosotros dos junto a la hija de mi marido que tiene 10 años, pero a pesar del millón de obstáculos que tuvimos que superar, estamos muy emocionados, enamorados y felices por haber formado nuestra familia. Les mando un abrazo enorme.