El casamiento de Miguel y Stefania en Concordia, Entre Ríos

La crónica de nuestro casamiento

¡Llegó el 13 de octubre después de soñarlo tanto tiempo! A la mañana pasamos a chequear el lugar de la fiesta y, después de haber llorado de emoción por haber visto todo tan hermoso, nos fuimos al hotel a disfrutar de nuestro último tiempo de novios, y aprovechamos para finalizar cada uno nuestros votos.

A las 17 horas llegó mi mamá, y atrás la maquilladora y ahí fue cuando entendí que comenzaba la cuenta regresiva. Fueron pasando las horas y llegó el momento de partir hacia el lugar de la ceremonia y las fiestas. Creo que nunca en mi vida tuve tantos nervios y me temblaron las piernas, tanto, que no podía subir las escaleras para caminar al altar. Ahí fue donde arranqué, caminé hacia el altar casi sin poder levantar la mirada porque lloraba sin parar. Cuando llegué y abracé a Migue fue un momento mágico y desde ahí todo fue más relajado, ya estaba con el amor de mi vida, mi compañero incondicional. Y desde ahí comenzó el disfrute pleno.

Todo salió muchísimo más perfecto de lo que había soñado o podido imaginar. Fui tan feliz al ver a mi familia, amigos y tanta gente que nos quiere ¡disfrutando tanto como nosotros esa mágica noche! Creo que para concluir puedo decir que nunca fui tan feliz y ¡me volvería a casar mil veces más!