El casamiento de Miguel y Valeria en San Javier, Santa Fe

Mi papá expresó su desacuerdo y no quiso acompañarme, mi hermano me escoltó gracias a Dios.

Faltaron primos, tíos, amigos, pero la familia era lo más importante. Nos sentamos con mi marido y nos planteamos no sufrir más, no se puede obligar a la gente a tener actitudes que no quieren, así que nos propusimos disfrutar, con 10, 20 o 100.

El pasaje que elegimos para la lectura religiosa fue el de Corintios 13, muy significativo para nosotros porque es nuestra manera de ver el amor, lo imprimimos en tarjetas que colocamos en el salón de fiestas también.

La decoración elegida fue rústica, mucho rojo, mucha alpillera, los centros de mesa y detalles los hice yo misma, así no me preocupaba de alquilar y que me rompieran algo.

El menú elegido fue carne de vaca con papas y salsa blanca, entrada de empanadas y de postre helado, para seguir con la onda de la fiesta, nada agridulce o raro.

El tema de la entrada fue música tecno de David Guetta, no queríamos nada romántico por miedo a llorar. Para el momento del baile de los novios elegimos "Only You" de Elvis y para las fotos "Eres" de Café Tacuva. Otros temas significativos fueron los utilizados en el video que hicimos con mi cuñada y fueron nacionales porque nos gustan "Los Piratas" para mi marido, "Carnaval toda la vida" de Los Fabulosos para mí y para cerrar "Canción de cuna" de Ciro y los Persas para la parte del video que ya estamos juntos y está nuestra hija, que es la mejor parte de la historia.

En la fiesta hicimos el ritual del anillo, que lo sacó mi mejor amiga y testigo del civil, y el ramo lo agarró la novia de un compañero de trabajo de mi marido, ambas se negaron a casarse, veremos.

Lo más destacado de la noche fue el karaoke, cuando lo consultamos con el animador nos dijo que era arriesgado, porque si el primero no se animaba, no había manera de remontarlo ya nadie se iba a animar, así que para empezar llamamos al marido de mi cuñada que sabíamos se iba a animar. Al final cantamos varios, incluidos nosotros los novios, después hasta contaron chistes y no había manera de que el animador nos saque el micrófono. La onda de los invitados fue estupenda, realmente la alegría, la buena compañía se sentía, es algo difícil de explicar.

Al final de la fiesta nos tiraron espuma, champagne, después papelitos y éramos una montaña pegajosa pero eran risas y más risas. El novio fue a parar a la pileta.

La verdad que el recuerdo es imponente, y terminas entendiendo por qué muchos dicen "me volvería a casar", al otro fin pasé por la iglesia y otra pareja se casaba, se me hizo un nudo en la garganta, creo que de ahora en más muchas cosas las vivo distinto.

Terminada la fiesta quedan los recuerdos, los sentimientos, el amor, lo que nosotros les podemos decir que nos quedó como experiencia es que no importa el lujo, ni la cantidad de gente, ni el derroche de plata, lo importante es celebrar el amor, si a fin de cuentas, fue el motivo del encuentro.

Felicidades a todos, y recuerden "Que el hombre no separe lo que Dios ha unido".