El casamiento de Nicolás y Cynthia en Exaltacion de La Cruz, Buenos Aires

La crónica de nuestro casamiento

El día de nuestro casamiento por iglesia fue bastante caótico porque lamentablemente desde la tarde-noche anterior diluvió. Pero pese a que el mismo sábado la lluvia no cesó, logramos que todos los detalles que teníamos en mente se reacomodaran al espacio y a las condiciones climáticas para que no opacaran el gran día. La historia no termina ahí, estaba demorada porque me había olvidado algo indispensable por lo que corrí desde el lugar donde me casaba hasta mi casa (40 minutos en auto ida y vuelta), y cuando me quise poner el vestido se rompió el cierre.

Hasta ese momento tanto la peluquera como el fotógrafo me decían que era una novia zen porque a pesar del caos del clima y que al ser en una quinta esto pesaba bastante, me sentía que tenía todo bajo control y estaba feliz. Pero en el momento en que se rompió el cierre y me di cuenta que ya estaba como 40 minutos tarde y todos estarían esperándome y mi novio estaría preocupado y sin saber qué más hacer, fue en ese momento en que realmente entré en pánico. Me sentía la peor novia del mundo. Afortunadamente Dios no me abandonó, en la iglesia estaba una amiga que hace alta costura y había traído su kit de emergencia, así que a pesar de estar con poca señal de Internet llegué a enviarle un mensaje y pudo contenerme hasta que en la camioneta que me llevaban se subió y en tan solo unos minutos enmendó el terrible desperfecto del vestido sin que se notara para nada.