El casamiento de Pablo y María en El Encón, Salta
De campo Verano Blanco 0 profesionales
P&M
07 Mar, 2020La crónica de nuestro casamiento
En la película Notting Hill, hay una escena en la que Anna Scott (Julia Roberts) al ver que William Thacker (Hugh Grant) tiene en la cocina una reproducción de un cuadro de Chagal (La Novia), le dice (y transcribo el diálogo entero):
- No puedo creer que tengas esa obra.
- ¿Te gusta Chagall?- le pregunta William.
- Sí. Así debería ser el amor: flotando en un cielo azul oscuro –afirma Anna.
- ¿Con una cabra tocando el violín?
- Pues sí... la felicidad no es completa sin una cabra tocando el violín.
Siempre quise tener mi cielo azul, mi cabra y mi violin, siempre soñé con ese amor y por fin lo tuve...un amor como de peliculas pero real, un casamiento ideal pero en mi version...y lo tuve, obviamente no sin tener acontecimientos inesperados.
Yo fue mi wedding planner y por supuesto me tendría que haber despedido, para que se hagan una idea el vestido lo retiré el mismo día del casamiento a las 8:30 am; unos 10 días antes me quedé sin modista; a las 12 am pasé a buscar el vestido pero tenía una mancha de aceite, sabrá Dios cómo pero ahí estaba la mancha y tuvieron que limpiar el vestido y tenía que retirarlo al día siguiente a las 8:30, el ramo también había que retirarlo a la noche junto a las sandalias que estaban en el zapatero.
Seguir leyendo »Tuve momentos de enojo, desborde de emociones, episodios de llantos, peleas con mi futuro marido, todo en unas horas antes, pero cuando volvía a casa a las 1 am después de enterarme del vestido me encontré con una amiga que me dio un abrazo que me desarmó, tiene esa capacidadad de hacer llorar a todas y lloré como condenada y me desahogué y entendí que nada era tan importante como el amor que nos tenemos, nada era imprescindible, sólo nosotros, que me perdí en los detalles y que no era sólo yo la que estaba sobrecargada, mi futuro marido también, todo su esfuerzo y su empeño para que salga todo bien se habian hecho invisibles ante mi por sentirme tan agobiada.
Esa noche creo que no dormí, me quedé ornamentando la casa, organizando con los mozos, el cocinero, la música, por suerte la maquilladora tenía esos super productos que te quitan la cara de cansada, para las fotos tenia que estar radiante, pero por dentro me comian los nervios, el miedo a que salga mal, a ser el centro de atención, a tropezarme, a que Pablo esté arrepentido (medio improbable porque tenemos un hijo de 4 años y estamos juntos hace 8), pero igual yo tenía miedo, a que llueva, como era en el campo a las moscas mosquitos, etc;
Me desperté, busqué el vestido, fuimos a la casa donde nos ibamos a preparar con mi mamá, me esperaban la maquilladora, el fotógrafo y desde ese momento me relajé, me divertí muchísimo con la puesta en escena de las fotos, con la realidad, la espectativa y lo que se ve en las fotos, obviamente sin dejar de tratar de orquestar la boda desde el celular, la música de la iglesia, la ornamentacion de la iglesia , DJ , etc.
También tuvimos el drama del almohadón, en donde van los anillos que llevaba mi hijo, mi madrina se lo olvidó en su casa, para mi ya se habia vuelto un detalle más, pero bueno se movió cielo y tierra para que lo lleven.
Cuando saliamos a la iglesia mi mamá tuvo un percance con sus zapatos, tropezó y se despegaron, ¿cuáles eran las probabilidades? y ella era mi madrina, en el camino buscamos zapaterías o tiendas donde vendan pegamento pero fue en vano, por suerte mi cuñada calzaba lo mismo y tuvieron que cambiar de zapatos a la vuelta de la Iglesia, ¿una señal? ¡qué más podia pasar!
Pero todo esto, todos los nervios me los olvidé cuando entré a la Iglesia y lo vi a él esperándome emocionado, entré a la Iglesia con mi hijo y mi mamá y me sentí en el cuadro de Chagall, flotando, todo surrealista, la felicidad completa, con una cabra tocando el violín.
Disfruté cada momento, cada instante de la ceremonia, todas lloraron, todos lloramos, mi hijo un genio se portó tan bien, unos amigos cantaron el Ave María y musicalizaron la ceremonia, fue mágico, soñado.
¿La fiesta? espectacular, fue al mediodía y terminó a las 4 am, todos disfrutaron cada momento, nosotros tambien lo pasamos genial, lo que falto ni se notó, no llovió, el sol estaba espectacular, hasta las moscas se tomaron el día y no aparecieron, hasta el día de hoy me dicen que extrañan mi casamiento, que me vuelva a casar, obviamente fue inolvidable para todos, porque los que estaban son los que nos quieren y les importamos y ese fue nuestro mejor regalo.
Amé hacer mi casamiento, amé los detalles, lo que salió bien y lo que no salió como esperaba, porque fue tal cual lo soñé y mejor.
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