El casamiento de Rodrigo y Jesica en Marcos Paz, Buenos Aires

Tuvimos una ceremonia muy emotiva, fue llevada por este cura (el actor) nunca nombré nada que tenga que ver con la religión. “Poco convencional la ceremonia”, decían algunos. Mi marido eligió para cuando terminó la ceremonia el tema “It's Not Unusual” de Tom Jones. Nos sacamos algunas fotos en el jardín. La recepción también fue en otra parte de los jardines de la quinta, super lindo.

La decoración de la carpa hicimos de un mix de carnaval norteño y cosas de trenes, ya que mi marido es aficionado a los trenes. Había banderines de colores que atravesaban la carpa y cintas de colores que colgaban en los árboles. Las mesas las nombramos con nombres de estaciones de trenes, un amigo nos hizo los carteles. Cada copa tenía un identificador con nombre de la persona que se sentaba, que era un boleto de tren, cada silla tenía una bolsa eco, que hizo mi mamá, con guardas andinas y, dentro de ellas, pusimos el kit antiresaca y cosas del cotillón.

Entramos a la carpa con un tema de Lisandro Aristimuño y otra de Nati Lafourcade (lo ensayamos un montón). Entramos saludando mesas por mesa. Parte del show de los actores era que al cura lo invitamos a compartir la mesa los invitados, hablaban con él, nadie sospecho que era actor, hacía que tomaba y se emborrachó. Hizo una bendición de la mesa como si hiciera trap, todo muy bizarro y divertido.

También organizaron un juego con intercambio de roles, los chicos se disfrazaron de mujer y las mujeres de hombre, muy muy divertido. Los mozos, entre las mesas, hacías de la suyas también, algunos invitados le decían que tenían servicio de solas y solos y le daban tarjetas a otra mesa, andaban con una dentadura preguntando si alguien se le había perdido.

Bailamos muchísimo, hasta tuvimos un momento de folclore. La estrella de fiesta fue, sin lugar a duda, la sidra tirada. Super rica, todos los invitados nos recodaron lo rica que estaba Griffin (si desean alquilar son como las choperas de cerveza). El momento del ramo repartimos llaves junto a mi marido e invitamos a abrir un candado al ritmo de Feliz Domingo. Para los hombres, había ginebra de premio.

Fueron nueve horas que se pasaron en un pestañeo, los disfrutamos muchísimo y las personas que nos acompañaron también. Agradezco a la comunidad por ayudarme en cada duda y la aplicación que nos dieron ideas geniales. Y también al equipo del Espacio Villa Mercedes, estuvieron en todos los detalles y alivianaron muchísimo el trabajo de la organización, son unas genias.