El casamiento de Sebastián y Soledad en Los Corralitos, Mendoza
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14 Oct, 2017La crónica de nuestro casamiento
Realmente el día de mi casamiento fue un día mágico, apenas me levanté me persigné y encomendé este día a Dios, a la virgen, preparé mi bolso para ir al hotel, alisté mis zapatos mi vestido y mis accesorios. Mientras desayunaba llegó el ramo con los boutonieres, ahí caí en la cuenta de que ya estaba, ¡el día había llegado!
Alistamos todas las cosas con mis papás y partimos los 3 al hotel Sheraton de Mendoza.
Llegamos y nos dieron la habitación ejecutiva 714, no podíamos creer el lujo de ese lugar, Falabella nos obsequió la noche de bodas ahí y realmente fue hermoso.
Pedimos el almuerzo a la habitación y comimos los 3, mi mamá, mi papá y yo. ¡En ese momento mis papás me regalaron un anillo de plata con piedrita azul hermoso! Lo amé
Luego de eso, llegó la maquilladora, una genia Anita de Mary Kay, luego el peluquero, Mauricio y cuando el peinado ya estaba quedando listo apareció el genio de Carlos Jerez para las fotos. Mientras me terminaban el peinado él me hacía chistes para descontracturar y con Ema, el otro fotógrafo, sacaban fotos a mis viejos que también se estaban preparando.
Seguir leyendo »Una vez que estuve lista y Anita me retocó el maquillaje llegó Javier, mi cuñado y testigo del civil, nos íbamos en su auto que ya estaba listo con los moños, era un nudo de nervios. Pero muy gracioso, mientras terminaban de arreglar a mi mamá bajamos a hacer unas fotos con mi papá y Javier. Entre él y mi papá no sabían acomodarme la cola, muy gracioso.
Después de la sesión en el hall del hotel, nos fuimos. Nervios a más no poder, pero una felicidad que no entraba en mi cuerpo, íbamos escuchando Abel Pintos, los 4 en el auto muriéndonos de risa por chistes que Javi hacía producto de sus propios nervios.
Íbamos camino a maría auxiliadora, un templo que queda en rodeo del medio, a 20min de la capital de Mendoza. En la ruta nos encontramos con el auto de mi suegro, (ahí iba el novio), ver el auto y saber que ahí estaba Sebastián me produjo la misma sensación de cuando nos besamos por primera vez ¡Qué lindo!
Llegamos a la iglesia, estacionamos el auto en la puerta y un casamiento todavía no terminaba, habré estado 40 min esperando adentro del auto con toda la gente amiga y familia que se asomaba por la ventana del auto para verme, entre ellas mis sobrinas que querían subirse al auto y verme. Vi salir a la novia y al novio del casamiento anterior, saludos, arroz, invitados de ellos. Todo y el tiempo no pasaba.
Mis nervios eran cada vez más grandes. Ni rezar el rosario me calmaba.
Salió la sacristana y dijo "que baje la novia, vamos a empezar" y lo escuché. Por dios fue como sentir que me estaban convocando al mundial, abrí la puerta y me bajé del auto como si estuviese entrando a una cancha a comerme al rival.
Agarre del brazo a mi papá y entramos...
Las palabras de mi papá fueron: "vamos que arranca lo más lindo", entramos a caminar y me dice "la Seba está llorando". Mientras todo eso pasaba yo apenas toqué el piso del templo miré a la virgen y le dije todo lo que deseaba de ahí en adelante, y miré para el altar y estaba él llorando como desconsolado. Yo no quería llorar, pero créanme que ver al amor de tu vida así de emocionado mirándote era tremendo.
Nuestros pasos al altar eran a mil por hora, yo quería llegar, pero la sacristana decía "despacio chicos, despacio".
Mientras todo eso pasaba sentía una voz muy dulce cantando Hallelujah ¡Junto con un violín y un órgano y sonaban tremendo!
Llegamos al altar mi papá me deja y mi abrazo con seba fue como los abrazos de goles de las finales importantes, como diciendo "pudimos acá estamos".
Lloramos los dos toda la ceremonia, hasta juan esteban nuestro amigo y sacerdote, nos decía "¿pueden seguir? ¿Están bien?".
Muy emocionante todas las lecturas, la homilía, la comunión ¡todo! Llegó el momento de los votos y fue muy fuerte, ponerse los anillos, decirse sí quiero, realmente momentos tremendos, que nosotros esperábamos tanto.
Luego de todo eso y ya al finalizar, nos consagramos a la virgen, de fondo se sentía un Ave María muy angelical con un violín de fondo perfecto. A todo esto, no entendía por qué cantaba alguien y por qué sonaba un violín y un órgano si la iglesia sólo nos ponía la canción en un CD.
Pero bueno, lejos fue una consagración hermosa dónde la oración decía que a partir de ese momento ese lugar, esa iglesia era nuestra casa y la de nuestros hijos, donde nosotros teníamos que ir siempre que necesitáramos reafirmar nuestro amor y nuestra fe en dios, dónde nuestros hijos podían conocer a dios, y mil cosas hermosas más que hacían que no paremos de llorar.
Después de eso terminó la celebración con algunas palabras más del cura, con unas peticiones y una bendición hermosa, el aplauso de las familias y amigos y el gran beso...
Cuando nos empezamos a besar, ¡empecé a sentir un violín de nuevo! Era el fragmento de violín solo que tiene la canción el mar de Abel Pintos, y volví a quebrarme como nunca, me di vuelta miré arriba y si, ¡había una mini orquesta musicalizando mi casamiento! Lo miré a Sebastián mientras lloraba y me reía y le dije: "qué lindo"…
Y su respuesta fue: "como vos lo soñaste mi amor" Claro que sí, porque yo hace mucho le había dicho que si alguna vez me casaba por iglesia quería escuchar a la salida el violín en vivo de Abel, qué feliz fui con ese detalle.
Salimos de la iglesia nos abrazamos con todos, mis damas de honor, los caballeros, mis papás mis hermanos, mis sobrinos, suegros, tíos. Todos, momento hermoso, y de ahí a los autos y de caravana al salón, la bella finca dorada. Nuestros amigos estaban enloquecidos y todos iban con la música al palo, el tema era "la cola de los palmeras", fue el tema de nuestro casamiento, es un hit para nosotros. Llegamos al salón y no había nadie, éramos los primeros, nos bajamos, y empezamos a saludar y a darles la bienvenida a todos a nuestra fiesta en la puerta. Luego de que ya hubiese bastante gente, llegó el civil, arroz emoción y demás.
Una vez que ya éramos legalmente esposos, empezó la recepción fuerte con tacos, nachos salsas pinchos de carne y tabla de fiambres. Cervezas y demás.
A esa altura éramos plenamente felices, sólo quedaba disfrutar.
Finca dorada estaba explotada, hermosa decoración, hermoso servicio, hermoso todo, y ni hablar mi mesa dulce, de Claudia de tentaciones.
Estaba todo listo para disfrutar, después de eso llegó la entrada al salón de la mano de motivos de Abel Pintos, el brindis con nuestros papás y arrancó la cena, asado, ensaladas y empanadas para todos, un casamiento bien atípico por su menú, la gente aplaudía a los asadores...
Después se hicieron las 00, día de la madre y nuestra sorpresa para nuestras mamás, mariachis y un ramo de rosas para ellas.
Vino el vals y arrancó la fiesta. Alegría, descontrol y diversión.
Así fue nuestra fiesta, hermosa ¡Lejos es el mejor recuerdo que vamos a tener los dos!
Gracias a tod@s los que hacen casamientos.com.ar fueron una gran ayuda y un gran apoyo en mi preparación a esta boda hermosa que con seba nos tocó vivir.
Soledad
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